La petrolera venezolana PDVSA volvió a incumplir su compromiso de enviar gas a Colombia: el suministro de 39 millones de pies cúbicos del combustible que entraría al país por cuenta de esa compañía no llegaron ayer, como lo esperaba el Gobierno Nacional.
Así lo confirmó el Ministerio de Minas y Energía, que desde 2013 está a la espera de que la compañía cumpla con las exportaciones que se pactaron con Ecopetrol.
'La importación de gas de Venezuela hace parte de un acuerdo entre los dos países cuyo fundamento es establecer una relación de mutuo beneficio y bajo el cual Colombia exportó gas durante aproximadamente ocho años; Venezuela debe hacer lo propio una vez desarrollados sus proyectos de producción', señaló la Cartera.
Aunque el mismo comunicado señala que Ecopetrol ya le pidió a PDVSA 'informar prontamente la nueva fecha en que podrá iniciarse dicha operación', esta noticia causa preocupación en la industria local. Esto se debe a que el gas venezolano estaba entre las cuentas del Gobierno para evitar un desabastecimiento en el mercado nacional. ¿Por qué?
Hay que recordar que la Región Caribe cuenta con una baja disponibilidad de gas, que en 2015 puso en aprietos la operación de la industria, particularmente, en Bolívar.
El Comité Intergremial del Atlántico ha señalado antes que esta situación se debe a 'decisiones de carácter político tomadas por el Gobierno nacional', como la de exportar el combustible a Venezuela durante los últimos ocho años.
También se ha mantenido el suministro permanente de gas de La Guajira hacia el interior del país, sin tener en cuenta la menor disponibilidad de gas en la región ni que se construya un gasoducto que traiga gas de los campos del interior hasta la Costa.
Esto llevó a que la producción de gas en La Guajira disminuyera un 7% entre 2010 y 2014, y pasara de 251 millones de pies cúbicos diarios (mpcd) a 187 mpcd. Como resultado, también se ha encarecido el precio del combustible.
Para solucionar la situación, el ministro Tomás González planteó varias opciones entre las que cuenta la construcción de un gasoducto del interior del país a la Costa, pero que no estaría listo en el corto plazo; incluyó la ampliación del gasoducto entre Sincelejo y Cartagena, que pertenece a Promigas, y las importaciones de gas venezolano través del gasoducto Transcaribeño.
Sin embargo, esa es una esperanza que aún no ve la luz. 'Esto pone en riesgo de desabastecimiento a quienes no tienen el gas contratado. Habrá que ver de dónde sacará el Gobierno 39 millones de pies cúbicos que, definitivamente, no llegarán de Venezuela', señaló Cesar Lorduy, abogado y miembro de la junta directiva de la Andi.
Carlos Román, director ejecutivo del Consejo Gremial de Bolívar (CGB), agregó que ' con ese gas que nos enviarían estaríamos aliviando los requerimientos de gas que tenemos', por lo que habrá que revisar si el suministro es necesario en este momento o, posiblemente, en marzo.
Desabastecimiento de energía
Con la carencia de gas también revive el fantasma de un posible racionamiento energético. Esto se debe a que el Fenómeno de El Niño ha llevado a que las plantas de generación de energía térmica enciendan y lleguen a generar hasta 50% de la energía en ciertas temporadas, para proteger los embalses de agua.
Entre estas plantas, se le ha dado prelación a aquellas que funcionan con gas, porque los combustibles líquidos y el carbón son más costosos. Es decir que si no hay gas suficiente, el parque tendrá que generar nuevamente con líquidos y el precio de la electricidad se encarecerá.
Debido a los problemas operativos y financieros de las generadoras térmicas, las condiciones de sequía que ha causado El Niño, y las fallas en el suministro de gas, la Contraloría General de la República (CGR) también alertó recientemente que estos factores 'construyen un escenario donde reaparece un riesgo de desabastecimiento energético'.