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Al comparar el modelo de cobro del impuesto automotor en Colombia con el de otros países de la región, el local muestra tener una combinación de factores que podrían estar llevando a que el peso tributario sobre los colombianos propietarios de vehículos esté siendo mayor.

El modelo diseñado para el cobro del impuesto sobre la propiedad de vehículo automotor en Brasil es el más parecido al colombiano por ser un cobro anual que se determina con tablas de avalúos publicadas cada año. La Fundação Instituto de Pesquisas Econômicas (FIPE) es la encargada de elaborar las tablas utilizadas de manera oficial, y para 2016 tomó como referencia el promedio del valor de mercado en septiembre del año pasado de 11.055 marcas, modelos y referencias distintas.

Sin embargo, el cobro del impuesto varía entre cada estado, y São Paulo junto con Rio de Janeiro tienen los cobros más elevados; en torno al 4%. Aun así, a diferencia de lo ocurrido en Colombia, la secretaría de Hacienda del Estado de São Paulo anunció que el avalúo de los vehículos para 2016 disminuyó en promedio 3,3% para los propietarios.

En Ecuador también se utilizan bases gravables para recaudar anualmente impuestos por los vehículos motorizados. El cálculo del impuesto para los propietarios surge del avalúo del vehículo establecido por el Servicio de Rentas Internas (SRI) de Ecuador. A pesar de esto, según el ejemplo que aparece en la página, un vehículo modelo 2006 avaluado en USD 10 mil tendría que pagar un impuesto de USD 99.98, es decir, el 1% de su avalúo. En Colombia este vehículo entraría dentro del primer rango del Ministerio y pagaría el 1,5%.

El caso de Argentina es particular, ya que a pesar de que no existe un impuesto al automotor como tal, se encuentra incluido dentro del gravamen que deben pagar aquellos que tienen un patrimonio por encima de $305.000 pesos argentinos, lo equivalente a USD 20 mil.

En estos casos, para calcular el avalúo del carro el dueño debe tomar el valor que pagó al momento de la compra y restarle 20% por cada año que haya transcurrido desde entonces. De esta forma, después de cinco años el valor del vehículo es cero. Este punto también marca una diferencia con el modelo colombiano en donde vehículos con más de 20 años de antigüedad continúan siendo gravados.

En el país autral, durante esos primeros cinco años el valor del vehículo se compara con el avalúo determinado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y se toma el mayor para incluirse en la declaración. En México, sin embargo, el gobierno no dispone de tablas de avalúos. El impuesto sobre tenencia o uso de vehículos se calcula con base en cinco categorías (A, B, C,D, E) con respecto al valor total pagado por el automotor, que es el precio de compra sin el IVA.

Para vehículos anteriores a 2005 el precio a pagar es fijo y se determina por el cilindraje del motor (hasta 4, de 6 o de más de 8). En todo caso, este monto no supera los USD 40.

Finalmente, Perú sería el país con la menor carga tributaria entre los países analizados, ya que el impuesto al patrimonio vehicular se paga únicamente durante los primeros tres años después de registrar un vehículo, tanto nuevo como usado. Durante este tiempo, el impuesto es el 1% de la base gravable que, según la Entidad Recaudadora de Perú, es el valor mayor entre la base del gobierno y el de adquisición.

El vehículo más antiguo para el que se encuentra valor de referencia en el Servicio de Administración Tributaria de Lima (SAT) es modelo 2004.