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El modelo de negocio de franquicia en Colombia no supera las dos décadas y a pesar de que aún sigue en etapa de desarrollo, medianas empresas como Ferromotores S.A.S. de Sincelejo quieren aprovechar las ventajas que ofrecen para expandirse y crecer.

Julio Espinosa Chagüi, gerente de esta compañía nacida en 1980 que produce, comercializa pinturas y productos derivados, visiona que en 2016 constituirán 25 franquiciados en una etapa inicial para explotar sus enseñas.

'En el mundo actual todas las personas estamos tratando de crear empresas propias y dejar de ser empleados. La franquicia ofrece know how de una compañía ya formada para hacerlo.

Así sea que haya unas franquicias que tendrán menos desarrollo que otras a razón de la actitud de la persona frente a su sucursal, en otros se cumplirán sueños de empresarios nuevos con su propio negocio. Esto es lo que motiva', señaló el empresario.

Margarita Carrasco, mánager de Xpansiva, una de las seis consultoras del país avaladas para asesorar a empresas que buscan convertirse en franquicia, analiza que para imitar el paso que ha dado Ferromotores se necesita tener claro qué elementos componen una franquicia (ver gráfico). Además, entender que el formato se apoya en la comercialización de bienes y servicios según el cual, el dueño de la marca (franquiciante) concede al interesado (franquiciado) derecho para usar su marca por un plazo determinado para expandir su negocio.

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Dentro de este acuerdo el franquiciante trasmite los conocimientos técnicos necesarios para operar el negocio con métodos comerciales y administrativos estándar. Este proceso también involucra a esos franquiciados como un emprendedor que busca reducir el riesgo de la inversión, aunque lo habrá, pero partiendo de cero.

En Colombia se empieza a entender las bondades de llevar un modelo de buenos resultados, sea local, regional o nacional, a franquicia, destaca Margarita Carrasco.

'Hay empresas rentables y exitosas en el país, pero que se resisten, tal vez por inmadurez o por desconocimiento de lo que puede aportar esta decisión empresarial. En países como Brasil y México hay muchos ejemplos', precisa. Juanita Pérez Botero y Sara María Baquero, de la consultoría Gómez-Pinzón Zuleta Propiedad Intelectual, analizan que los requisitos para dar el salto a la franquicia es contar con un negocio maduro y definido, que haya sido operado por lo menos durante dos años continuos y haya demostrado que es rentable, replicable y transmisible.

Jorge Zuluaga, arquitecto y director de Criteria, subraya en la importancia de estar seguro que la empresa sea rentable, que operativamente funcione bien y mantenga una clientela cautiva y fiel.

En la Feria Andina de Negocios en Expansión y Franquicias Fanyf, que se celebró en Bogotá, la consultora Catalina Duarte Salcedo, destacó que una empresa puede ser franquicia si asume que dará un cambio de administración.

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Una nueva actividad, un compromiso a largo plazo; compartir secretos, que encausará a un mercado potencial con un concepto definido y atractivo en lo financiero y comercial.

Antes de evaluar si su negocio puede convertirse en franquicia, la empresa tiene que hacer un estudio minucioso del negocio, desde el punto de vista legal, comercial, financiero y operacional, con el fin de determinar si está preparado para ser objeto de un paradigma de expansión y cuál modelo conviene, explica Juanita Pérez.

También hay que observar si puede estructurarse e implementar una explotación y crecimiento permitidos por la ley colombiana, agrega Baquero.

Esa evaluación y autodiagnóstico busca conocer si puede transformarse a franquicia. Si la mirada en el espejo lo permite y encontrar que hay una marca protegida en todos los aspectos de propiedad intelectual que tienen que ver con la operación, precisa Margarita Carrasco. 'Muchas veces los empresarios están dispuestos al nuevo esquema, pero no están dispuestos a entregar información. Por eso la autoevaluación. Es sano hacer la reflexión a compartir márgenes y soporte a un tercero'.

Jorge Zuluaga considera que si la empresa da el sí para convertirse en franquicia tiene que estar preparada y organizada en todas las áreas y ser estratégica, comercial, operativa, administrativa, financiera y con gestión del talento humano.

Ese es el paso en el cual se encuentra Ferromotores. Julio Espinosa explica que hoy están poniendo la casa en orden, lo que surge de la necesidad de ampliar sus mercados. 'Lo primero que hacemos es tener un orden administrativo y una estructura que permita coordinar unos nuevos puntos'.

Ese orden implica trabajar en el blindaje de la marca, para protegerla. Desde su experiencia como consultora, Margarita Carrasco cuenta que este es uno aspectos más comunes en los diagnósticos, porque cuando hay franquicia, uno de los legados más importantes es el que se entrega con las marcas. Sin embargo, el empresario suele dejar este paso de último.

'Encontramos a veces marcas muy posicionadas y que no están registradas por quien la explota y está registrada por otro que pide cifras para ceder derechos. Sí existe ese descuido y representa una falta de prevención'.

Los pasos que seguirán en el proceso son: una planeación estratégica del modelo de expansión, estandarización de procesos por medio de levantamiento de manuales, definir el perfil del franquiciado, estructurar el modelo de soporte para hacer seguimiento en los puntos franquiciados, un plan comercial, estructuración del modelo legal para acompañamiento y supervisión del génesis y desarrollo de la franquicia.

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