La Reserva Federal (Fed) ha decidido tras su reunión de abril mantener sin cambios los tipos de interés en Estados Unidos, ante las incertidumbres globales y el temor de transmitir al mercado una sensación de urgencia.
De esta maneras, las tasas quedan entre el 0,25% y el 0,5%, el mismo nivel que se fijó en diciembre y que marcó la primera subida de los tipos en casi una década.
La Fed tenía la intención de aplicar hasta cuatro nuevos incrementos este año, pero la inestabilidad internacional y la revisión generalizada en las previsiones de crecimiento económico le han obligado a ser más cauta y a reducir a dos las subidas de este año, que, finalmente, podrían limitarse solo a una.
El mercado calculaba que el siguiente paso se daría en junio, pero ni siquiera esa posibilidad está clara ahora debido a que la Fed evita dar pistas sobre sus planes.
En su comunicado, el organismo que preside Janet Yellen sigue mostrando señales de prudencia al asegurar que los futuros cambios en los tipos dependerán de las perspectivas económicas y de que cumplan los objetivos de alcanzar el pleno empleo y una inflación del 2%. Aunque adelanta que las condiciones del mercado laboral siguen fuertes, con una tasa de paro del 4,9%, la Fed reconoce que el crecimiento de la actividad económica se ha desacelerado. A falta de los datos del primer trimestre de 2016, el PIB creció un 1,4% en el cuarto trimestre del año pasado, por debajo del 2% del tercer trimestre y del 3,9% del segundo.
Las perspectivas para los primeros tres meses de 2016, caracterizados por la volatilidad de los mercados y las incertidumbres globales, apuntan a un crecimiento menor al 1%.
La Reserva Federal, que insiste en el adjetivo 'acomodaticio' para definir su postura en política monetaria, admite también pocos progresos en el crecimiento de la inflación, especialmente tras la caída de los precios de la energía. El banco central de Estados Unidos recuerda que los tipos de interés permanecerán, 'por algún tiempo', por debajo de los niveles que serían deseables a largo plazo e insiste en que las subidas serán, en cualquier caso, 'graduales'.
La decisión de mantener sin cambios los tipos de interés se tomó por unanimidad, con la excepción de Esther George, representante de la Fed en Kansas, que se mostró partidaria de subirlos en un 0,25%.