El encuentro entre los gobiernos de Colombia y Panamá puso punto final a la tensión que durante dos años se presentó entre los dos países por el intercambio de información tributaria. Esta reciprocidad es clave para que un país como Colombia haya dejado de consideerar al istmo un paraíso fiscal.
Tras el escándalo de los 'Papeles de Panamá', que reveló cómo se crearon sociedades y cómo grandes personalidades del mundo, entre ellos colombianas, tenían cuentas sin reportarlas al país de donde provenían los capitales.
No se considera ilegal tener negocios, cuentas o sociedades en paraísos fiscales siempre que se informe de dichas transacciones a las autoridades fiscales del país en el cual dicha persona es residente fiscal, explica Niella Sabatino, de la firma Sabatino y Abogados.
'La conclusión más importante es que no es ilegal hacer negocios con paraísos fiscales. Lo ilegal es no reportarlos y no declarar los impuestos correspondientes', afirma Sabatino.
Por ejemplo, algunas empresas deciden llevar sus recursos a paraísos fiscales por razones comerciales derivadas de la diversificación de inversiones, ahorro de impuestos, protección de bienes y búsqueda de seguridad y privacidad. Además algunos bancos colombianos ofrecen abrir cuentas en Panamá con atractivas tasas de interés.
Esta estrategia es considerada correcta por los analistas si el aterrizaje en un estado fiscal se hace para la planeación del pago de gravámenes a través de inversiones offshore (fuera de su jurisdicción fiscal) y evitar doble o triple tributación para el caso de las compañías multinacionales. Los países aprueban leyes para eliminarla, tener una sola tributación y estimular el comercio.
Algunos de estos vehículos permiten, por ejemplo, que multinacionales se establezcan en países con menores tasas impositivas con el objetivo de ahorrar y elevar sus ganancias. Esto es muy diferente a blanqueamiento de capitales, aclara Giancarlo Messina, 'porque hacen parte de estructuras de planificación de impuestos legales, prudentes y conservadoras que utilizan métodos y estructuras aprobados para reducir cargos impositivas'.
En el caso de Colombia y Panamá, se acordó en principio un tratado de doble tributación con una cláusula de intercambio de información fiscal a requerimiento. 'Los equipos negociadores estarán trabajando en los próximos días para completar los textos del acuerdo que esperamos que los presidentes firmen en junio', explica Dulcidio de la Guardia, ministro de Finanzas y Economía de Panamá.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, acompañado del director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), Santiago Rojas, encabezaron la comitiva colombiana. El jefe de la cartera de Hacienda indicó que 'el acuerdo al que hemos llegado es importante porque va a permitir tener acceso a la información para que los colombianos declaren en el país sobre sus activos e ingresos en el exterior y en este caso, en Panamá'.
Según lo establecido en el encuentro bilateral, el acuerdo operará inicialmente con un intercambio de información por requerimiento de las autoridades. Este período de transición, según lo calificó De la Guardia, finalizará en 2018, cuando los dos países intercambien de manera automática los datos de los inversionistas colombianos en el país vecino.
Los estados que proveen poca información o datos fiscales a las autoridades tributarias de otras naciones, son considerados por países como Colombia, como un paraíso fiscal. Pero esta práctica de confidencialidad se ha dificultado cada vez más debido a acuerdos de intercambio de información tales como el Common Reporting Standard (CRS), explica Giancarlo Messina, abogado estadounidense y especialista en leyes tributarias.
CRS es un parámetro para el intercambio automático de información financiera desarrollado bajo el contexto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), organización internacional, con 34 países asociados. Colombia está dando pasos para pertenecer.