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En Colombia, 32% de las organizaciones reportan haber sido víctimas de delito económico, y una de cada cinco firmas no ha llevado a cabo ningún tipo de evaluación de los riesgos de fraude en los últimos 24 meses.

Así lo reveló la encuesta Delitos Económicos 2016 de la consultora PricewaterhouseCoopers, que se realiza por primera vez en el país, pero que desde 2001 se desarrolla en el ámbito global.

'La defraudación interna le puede ocurrir a cualquier organización, independientemente de su proceso de selección de personal. Lo importante es trabajar desde la cultura organizacional', explica Mónica Jiménez, socia de PricewaterhouseCoopers en Colombia.

Según una encuesta hecha a directivos y gerentes de 118 empresas entre medianas y grandes en Colombia, un 61% de los defraudadores es trabajador de la propia compañía, cifra que es superior a la de Latinoamérica, que es 55%.

Los delitos económicos más comunes que sufrieron las organizaciones cuyos directivos fueron consultados, son: apropiación indebida de activos (76%), delito cibernético (32%), soborno y corrupción (29%), uso de información privilegiada (24%) y fraude en procesos de recursos humanos (16%).

A diferencia de la cifra global donde el fraude contable tiene un 18%, en Colombia es tan solo del 3%. El lavado de activos no es considerado un delito relevante en el país, caso contrario al 'insider trading' o el fraude por uso de la información privilegiada; en Colombia se considera un delito al 24% y a nivel global al 7%.

'La moral de los empleados es lo que más se afecta cuando ocurren crímenes cibernéticos y fraudes financieros, afectando el rendimiento', agrega Jiménez.