Compartir:

La Región Caribe, con 77 nacimientos por cada 1.000 mujeres adolescentes, se posiciona como la tercera región con la mayor tasa de fecundidad adolescente (en adelante, tasa de embarazo adolescente) a nivel nacional, después de los territorios nacionales (Amazonía y Orinoquía) y la Región Pacífica.

Las cifras corresponden a la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) de 2010, la cual también fue realizada en 2000 y 2005. Las estadísticas para la Región confirman un decrecimiento de 14% entre 2010 y 2000. La publicación de la siguiente versión de la encuesta se espera en 2017.

Este análisis titulado ‘La Fecundidad Adolescente en el Departamento del Atlántico’, fue realizado por Erika Sierra y Paula Martes, quienes son, respectivamente, investigadora de planta y consultora de Fundesarrollo, y publicado el pasado 1 de junio en la revista Economía & Región de la Universidad Tecnológica de Bolívar; servirá de base para hacer comparaciones al salir la nueva versión de la encuesta.

Los resultados, vistos desde una perspectiva más específica, muestran que Atlántico es el departamento con menor tasa de embarazo adolescente de la Región Caribe, con 56 por cada 1.000 mujeres en 2010, menor en 26% a la observada en 2000.

Ver infografía: Radiografía del embarazo y proporción de maternidad adolescente en el Atlántico

En Colombia, la tasa de embarazo adolescente en 2010 fue de 84 nacimientos por cada 1.000 mujeres adolescentes, superior en 20% a la observada en 1990 (70 por cada 1.000). La tendencia nacional va en dirección opuesta a lo que sucede a nivel mundial, donde hubo una reducción de 41% en la tasa entre 1990 y 2010, año en el que hubo 49 nacimientos por cada 1.000 mujeres adolescentes.

Uso de anticonceptivos

Examinando el uso del condón en la primera relación sexual, apenas 55% de las adolescentes colombianas de 15-19 años lo usaron en 2010 y en el grupo de 20-24, solo 49% lo utilizó cuando eran adolescentes.

En el Atlántico se evidencia que existe un mayor uso del condón en la primera relación sexual, frente al promedio de la Región Caribe. 41% de las adolescentes de 15-19 años, y un 39% de las de 20-24 afirmaron utilizarlo. Estos resultados son relevantes, pues es de esperar que las mujeres que usen un método anticonceptivo durante su primera relación sean más propensas a seguir usándolo en el resto de su vida sexual.

La Región Caribe se caracteriza por usar métodos tradicionales en mayor proporción frente a otras regiones del país: 6,28% de las mujeres casadas de 15-24 años en 2010 los utilizó. En contraste, en las regiones Central, Oriental y Pacífica y Bogotá, los resultados fueron de 6,23%; 5,37%; 4,85%; y 5%, respectivamente.

En ese orden de ideas, el Caribe es la región que menos utiliza métodos modernos: 48,27% en 2010, frente a un 70,66% en la Región Central y 65,26% en la Pacífica. Más grave aún resulta que 45% de las mujeres casadas afirmó no hacer uso de ningún método, lo que pone de manifiesto un mayor riesgo de ocurrencia de embarazos no planeados en la adolescencia, dada la edad temprana, 17,5 años, en la cual ocurren, casi simultáneamente, el inicio de la actividad sexual y la unión marital.

Atlántico se destaca por ser el segundo de la Región Caribe, luego de San Andrés, con el mayor uso del método moderno: 57% de las mujeres unidas de 15-24 años afirmó utilizarlo. No obstante, el departamento tiene la mayor prevalencia de casadas que no usaron un método anticonceptivo (35,9% en 2010), y la mayoría de mujeres solteras (58%) reportó no usar ninguno. En cuanto a las casadas el método más utilizado es inyecciones y pastillas, mientras las solteras optan por el uso del condón.

Es relevante trabajar en la reducción de estas cifras, ya que si bien el Atlántico sobresale a nivel regional, se ve en desventaja al ser comparado con departamentos del país. Por ejemplo, en Antioquia el 73% de las mujeres utilizó métodos modernos, mientras que el dato en Santander fue de 63%.

Protagonistas principales

En el estudio se encuentra que en la Región Caribe, y en el resto del país, existe mayor ocurrencia de maternidad adolescente en mujeres con bajo nivel educativo, que habitan en zonas rurales o que se clasifican en los estratos más bajos, siendo este último factor el más alarmante.

Respecto a la proporción de madres adolescentes, en el Atlántico un 48,6% de las mujeres entre 20-24 años que habitaban zonas rurales en 2010 reportó ser madre entre los 15-19 años, frente a un 24% de las zonas urbanas. En cuanto al estrato socioeconómico, la situación es más compleja: en el estrato más bajo la proporción de madres adolescentes es 37 veces mayor frente al estrato más alto, de este modo, el porcentaje de madres es de 74% en el más bajo y 2% en el estrato más alto.

Educación

En materia de educación, la tasa de embarazo adolescente alcanza sus valores extremos en las mujeres en el grupo de primaria o sin educación, y en el universitario. Los embarazos adolescentes se reducen a medida que se incrementa el nivel de educación, es decir: si una joven va avanzando en niveles educativos, es menos probable que sea madre.

Lo anterior, visto en cifras, dibuja una buena radiografía de la maternidad adolescente: 66% de mujeres jóvenes sin educación o con primaria; 44%, en quienes tienen nivel de secundaria y de 3,4%, en nivel universitario. En todos los niveles se observa un incremento de los porcentajes entre 2000 y 2010. De esta forma, si bien la maternidad adolescente se concentra en las mujeres con baja educación, no se puede descartar el dato del incremento de su ocurrencia en el nivel de secundaria, que en 2000 fue de 37%, ya que en este nivel se concentra el mayor número de mujeres. La implicación de esto es que en materia de proyectos, la población a atender es mayor en las mujeres con este nivel educativo.

Unión y cuidado

El Caribe se convierte en la región donde se dan los mayores porcentajes de uniones y de no uso de métodos anticonceptivos, por lo cual las mujeres de esta región quedan expuestas a un mayor riesgo de embarazos no planeados.

Es importante destacar que, aunque en el Atlántico, especialmente, la tasa de actividad sexual es de las más bajas al igual que la de maternidad, aún hay una brecha entre ambos eventos, lo cual se convierte en problemática cuando se ve que las solteras usan en menor proporción métodos anticonceptivos, lo que abona el terreno para que en el departamento ocurran embarazos no planeados.

Mejorar la información y servicios brindados, una oferta anticonceptiva de acuerdo a las preferencias de cada población femenina atendida, e implementar campañas de educación pública que reduzcan el estigma acerca de la actividad sexual en cada grupo de mujeres, y que a la vez generen un cambio en la actitud de los proveedores de salud, son acciones necesarias para revertir estas cifras y promover un panorama mejor para las mujeres del departamento y el Caribe colombiano.