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El índice de precios al consumidor (IPC) en Colombia, que mide la evolución del costo promedio del consumo de los hogares, sigue con tendencia al alza en lo corrido del 2016. Según cifras del Dane, de enero a septiembre el IPC nacional tuvo una variación de 5,25%. Resultado lógico en un año en que las presiones inflacionarias han estado latentes en el bolsillo de los colombianos.

El incremento es jalonado, principalmente, por los gastos en salud, alimentos y educación, que presentaron un crecimiento de 7,55%, 6,89% y 6,40%, respectivamente. Los que presentaron una variación menor son: comunicaciones (4,75%), vivienda (4,27%), transporte (3,96%), vestuario (3,37%) y diversión (2%).

En Barranquilla, el crecimiento del IPC fue de 5,27%; lo que la ubica como la segunda ciudad con mayor variación en la región Caribe, solo superada por Sincelejo, con 6,19%. Según Jairo Parada, coordinador del doctorado en Economía de Uninorte, Barranquilla se encarece por encima del promedio debido a elementos de la canasta familiar, como alimentos y servicios de todo tipo.

'La ciudad recibe el grueso de sus alimentos de territorios del interior del país, los cuales llegan supremamente encarecidos, si se compara, por ejemplo, con Bogotá. Somos un área importadora de alimentos', explica Parada.

El IPC en Barranquilla estuvo impulsado por el aumento en los precios de los alimentos (7,43%); de los servicios de salud (6,86%) y otros gastos (6,36%). El precio de los alimentos afecta a los hogares de manera distinta según la ciudad.

Por ejemplo, uno de los alimentos que mayor variación registró en su nivel de precios fue el plátano (35,03%), un producto que no falta en la mayoría de hogares costeños, y que no es común encontrar en platos típicos de ciudades en el interior del país. Otro producto típico en el consumo de la costa con un aumento importante es la panela (35,71%).

La carne de res presentó un aumento significativo del 20,31% en su nivel de precios; un alimento que predomina en los platos de la mayoría de las regiones, hogares y restaurantes colombianos, y que podría generar aumentos en los populares 'corrientazos' que son el almuerzo diario de miles de colombianos.

El almuerzo se encarece. El almuerzo como gasto básico tuvo un aumento de 7,33%, que pudo ser resultado del incremento en los diferentes alimentos que lo componen, como plátano, carne, panela, azúcar, entre otros. Por otro lado, alimentos como la papa, frijol y el tomate presentaron caídas significativas en los precios, beneficiando a ciudades como Bogotá, en donde estos se consumen en mayor cantidad: la papa tuvo una caída del -13,45% en su precio.

Para Jorge Quintero profesor del IEEC de Uninorte, el alto incremento en el precio de los alimentos es un factor que contribuye a incrementar desigualdades sociales en Barranquilla y en el país.

El grupo de alimentos tiene un peso de 28,21% en el IPC, solo superado por vivienda, que es el componente del gasto con mayor peso en el índice (30,10%). Cifra que demuestra que gran parte de la renta de los hogares es destinada a este grupo de bienes, y explica la disminución del poder adquisitivo de los hogares colombianos al momento de comprar la canasta básica.

Los hogares de bajos ingresos son los principales perjudicados, pues pierden mayor poder adquisitivo. Una situación que acentúa la desigualdad con respecto a la distribución del ingreso.

'Los alimentos tienen una mayor participación en el gasto de los hogares con ingresos bajos, comparado con los hogares de ingresos medios y altos. Por ejemplo, en Barranquilla un hogar pobre típico gasta el 37% de su ingreso en alimentos, mientras que en un hogar de clase media y de clase alta esta participación es del 27% y 18%, respectivamente', señala Quintero.

De acuerdo con Quintero, la inflación tiene un efecto sobre las desigualdades sociales, puesto que los incrementos en los precios afectan más a los pobres por sus restricciones de ingresos, lo cual les dificulta sustituir o aplazar su consumo. 'Un gran porcentaje de su gasto se hace en bienes de primera necesidad, lo cual no es el caso de la población de altos ingresos', agrega.