El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) presentó la Encuesta Anual Manufacturera (EAM) para el periodo 2015, en la cual reportó que la producción bruta de la industria para el año anterior fue de $226,2 billones, registrando un incremento de 6,4% frente a 2014, cuando esta llegó a $212,5 billones.
El Dane encontró que en 2015 el consumo intermedio, que registra los gastos en insumos para la producción, fue de $140,5 billones, mientras que el valor agregado alcanzó los $85,7 billones.
En el caso de la mano de obra requerida por los empresarios para sus actividades, los industriales ocuparon en promedio 711.827 personas, superior en 4,2% al personas que ocupó la industria en 2014. Las remuneraciones laborales causadas (salarios y prestaciones sociales) por el personal directamente contratado por el sector industrial en el año, alcanzaron un monto de $16,9 billones.
Del total de personas ocupadas por la industria, un 80% correspondía a personal permanente, temporal remunerado directamente por los establecimientos.
De las 22 divisiones industriales que se incluye en este estudio, dos no registraron crecimientos, refinación del petróleo y fabricación de cuero (-12,7% y -0,2% respectivamente).
Por su parte, los de mayor crecimiento fueron el sector de productos farmacéuticos, sustancias químicas medicinales (19,2%), aparatos y equipo eléctrico (16,7%) y productos de papel y cartón (14,9%).
De acuerdo César Uparela, ingeniero y gerente de Etiquetas de Colombia S.A.S., las cifras referentes al cierre del año y las proyecciones del próximo no son las más favorables.
'Entre 2012 a 2014 el sector manufacturero registró un crecimiento sostenido de dos digitos. Sin embargo, en los últimos años fue de 6,4% y para el próximo año se ven ‘nubarrones’ negros', explicó Uparela.
El empresario agrega que factores como la inflación, el aumento de la tasa de cambio y su impacto en la importación de insumos, y los ajustes con la próxima reforma tributaria frenaron el crecimiento del sector y dificultan la confianza para 2017. 'Se ha reducido la capacidad de compra de los consumidores y esto impacta a los comerciantes y sin duda a la economía', concluye el ingeniero.
