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La Ley de Licores se ha convertido en un 'galimatías' para las gobernaciones y para la misma industria que ha llevado a la Federación Nacional de Departamentos (FND) a solicitar un decreto reglamentario que permita despejar dudas sobre el recaudo, tarifas, adopción de formatos y de montos del impuesto específico y del impuesto ad valorem.

Lácides Robles Espinosa, subdirector de gobierno de la FND, precisó ayer a El HERALDO que la solicitud de una 'respuesta certificada' apunta a que los funcionarios que están aplicando la Ley de Licores 1816, que entró en vigencia el 1 de enero de 2017, no tengan inconvenientes jurídicos ni judiciales. 'Lo que queremos es que se proteja y se dé uno o dos meses como tiempo, mientras se aplica en su conocimiento y tendrá que haber una comunicación'.

En el análisis de la FND y 32 representantes de secretarías de hacienda departamentales, que se reunieron el pasado viernes, es que no hubo el tiempo prudencial para aplicar requerimientos como la legalización de licores importados y las ventas. La federación subrayó que desde el mismo trámite de la nueva ley se había hecho la solicitud al Gobierno.

La FND estima que las rentas departamentales por año con la nueva ley pasarán de $1,4 billones a $1,8 billones y con un aumento de un 18%. Mientras que el Gobierno estimó un aumento de 19%.

'En el caso de las tarifas cuando se hace una importación y venta entre departamentos se tiene que hacer con un formato de recaudo o formulario, que debe ir con tasas que se tienen que cobrar y deben definirse. Antes se cobraba por grado alcohol y ahora cada departamento decide cuánto cobra y cómo lo cobra. La ley da el piso, pero cada departamento decide en la Asamblea y eso requiere un trámite', agregó Robles Espinosa.

Para algunas empresas licoreras la complejidad de la ley está en que, el listado de precios para aplicarlo a más de 12 mil referencias de productos, no están todos.

'Inequidad'

El nuevo marco impositivo de los licores cobra por grado de alcohol, más el impuesto ad valorem adicional y al valor por precio de venta por cada departamento. Para ello, el Departamento Nacional de Estadísticas (Dane) publicó una lista y base de precios de los licores en el mercado en vitrinas y anaquel.

'Sacaron un listado, que le pegan a algunos precios, otros están por debajo de las competencias o de los mismos nichos, ni los cataloga por la misma calidad y consumo. Licoreras muy pequeñas, que tienes sus rones muy baratos, porque no son muy comercializados sin la infraestructura de los líderes del mercado, cómo venderán. Hay mucho desequilibrio e inequidad sin terminar aún los análisis', advierte Miguel Riascos Noguera, productor de licores de Casa Santana Ron y Licores y miembro de la Cámara de Industrias Asociadas de Bebidas Alcohólicas, Cava.

Lácides Robles admite que hay inconvenientes con la lista, porque hay productos que no quedaron todos los productos del mercado incluidos y hay que tener en cuenta los que aún vendrán. 'No es fácil sacar una lista y de tanta variedad. Esa base de precios falta fortalecerla y muchos precios no coinciden y son distintos en cada departamento. A ello hay que incluirle el IVA y lo que provocará el mercado con la producción de whisky, de menos alcohol, que competirán con los aguardientes', agrega Robles.

Orlando Jiménez López, consultor en los negocios de importación de vinos, subraya que la ley tiene mucho que aclarar en la liquidación. 'Hay un galimatías en el tema de la liquidación del impuesto que no ha sido resuelto y para el caso del vino, la ley golpea el consumo y sus costos'.

El experto explica con un ejemplo que un vino Gran Verano Carmenere Rosado, que el año pasado costaba $38.900 con un grado alcoholimétrico de 13.5% tenía un impuesto de $4.130, y este año costará más.

'Con el ad valorem, el Dane fijó una base de $46.329 y con el 20% nos da $286, más el IVA de 5% será $2.316. Este vino costará con su impuesto $13.607 más. En solo impuesto se incrementó más de 3 veces y el precio final para mantener el mismo margen sobre el mismo costo será $50.558. Es decir que en 30% es lo único que se ha corregido el impuesto. Y no estamos mirando otros costos de dólar por importación', agrego Jiménez López.

Juan Carlos Muñiz, secretario de Hacienda del Atlántico, destaca que con la tarifa Ad valorem le da una equidad a la tarifa a las cargas impositivas al vino frente a bebidas alcohólicas como los whisky y aguardientes.

El funcionario precisó que para definir el estatuto tributario la asamblea tendrá que aprobar para las rentas que, por licores, llegan a $26.000 millones y con la nueva ley crecerán 20%, unos $5.000 millones que serán destinadas en su totalidad al sector salud.