Con activos que a comienzos de 2016 superaban los 77 billones de dólares y más de 200.000 empleados a nivel mundial, la compañía del sector de infraestructura y energía, Powerchina, podría asumir la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena a través de la compra de la participación accionaria de Odebrechct (87%) en Navelena, concesionario del contrato.
La empresa asiática es la última opción que tiene el consorcio para evitar que se declare la caducidad del contrato que le fue adjudicado por Cormagdalena en 2014 por valor de 2,5 billones de pesos, bajo la modalidad de Asociación Público Privada.
De no cerrar la negociación con los empresarios chinos antes de 22 de febrero, el Gobierno Nacional ha anunciado que iniciará de inmediato el proceso de caducidad. Además ha reiterado que Odebrecht debe salir del país y así lo manifestó recientemente el ministro de Transporte, Jorge Rojas.
El otro accionista de Navelena es la firma barranquillera Valorcon, que tiene un 13% de participación y aún no ha confirmado si tiene la intención de negociar con la empresa china una parte de sus acciones.
Tras perder el respaldo financiero del Sumitomo Mitsui Bank de Japón, que había anunciado un crédito por 250 millones de dólares para el cierre financiero del proyecto, Navelena debe acelerar la transacción con el grupo chino, la cual también requería la autorización de la Superintendencia de Sociedades, una vez entre en firme la medida de someterla a control por el escándalo internacional de sobornos de Odebrecht.
Una fuente de Navelena afirmó que las negociaciones avanzan a buen ritmo y que confían en tener una respuesta positiva antes del plazo.
Quiénes son. The Power Construction Corporation of China (Powerchina) fue creada en 2011 y cuenta con presencia en 116 países, en los que desarrolla proyectos de infraestructura y generación de energía, entre otros. Se estima que al menos el 10% de sus operaciones está localizada en América Latina.
Es la compañía matriz de otras empresas como HydroChina, Sinohydro, Sepco y HypeC, también especializadas en energía e infraestructura.
En Colombia ha participado a través de Sinohydro como socio de varios consorcios que han tomado parte en licitaciones como la de la construcción de la hidroeléctrica de Ituango (Antioquia) y en el proyecto Puerta de Hierro – Cruz del Vizo, ubicado en la costa Caribe.
El director (e) de Cormagdalena, Luis Fernando Andrade, explica que Sinohydro también participó en la licitación para el contrato de APP del Río, pero fue inhabilitada.
'En el Gobierno anterior, (Sinohydro) hizo unos estudios extensos sobre el río Magdalena, en lo que tiene que ver con navegación, generación de energía y la parte ambiental', agregó Andrade, quien destacó que se trata de una compañía que tiene mucho conocimiento sobre el afluente.
Plan del Río
Otra compañía subsidiaria de Powerchina, Hydrochina, fue la encargada de realizar el Plan de Aprovechamiento del río Magdalena.
Este proyecto fue desarrollado en el marco de un convenio de cooperación económica y técnica suscrito entre Colombia y China en 2009.
El costo del plan fue de 6.400 millones de pesos, que tuvo aportes del Cormagdalena, Hydrochina y del gobierno chino.
Uno de los principales objetivos del plan fue destacar la importancia y necesidad de recuperar la navegabilidad por el Magdalena.
Entre otras propuestas que hace el plan se encuentra la posibilidad de aprovechar el río con la construcción de hidroeléctricas, desarrollar el turismo e incentivar la reforestación.
Lo que viene para la APP
En caso de que se pueda lograr un cierre exitoso de la negociación con Powerchina, Navelena podrá seguir adelante con el contrato de APP del Río.
En menos de un mes se firmaría el acta de inicio de la etapa de construcción y se daría inicio a la misma. Para arrancar tendrían que tener resueltas tres cosas: la cesión, la financiación y tener que haber llegado a un acuerdo con la Contraloría frente al hallazgo administrativo en cuanto al cambio del material a utilizar.
En caso de que no se logre terminar este trámite, lo que viene es la declaración de caducidad, por parte de Cormagdalena.
En este caso se aplicaría el ‘plan B’ que fue anunciado por el Gobierno y que consiste en la apertura de una nueva licitación y la contratación por obra pública de los trabajos de dragado y mantenimiento del río Magdalena.
'Procederíamos a realizar la licitación de la nueva APP para que el año entrante un nuevo concesionario se haga cargo de las obras', dijo el director (e) de Cormagdalena y destacó que ya la licitación está lista.
El presupuesto de la nueva licitación será el mismo del actual proceso que es de 2,5 billones de pesos.
Sostuvo que hay suficientes recursos en Cormagdalena para asegurar el dragado del río, mientras asume el nuevo concesionario.
Como resultado de la caducidad, Navelena quedaría inhabilitado y le correspondería pagar las multas a las que haya ligar.
'Lo que le puede pasar a los socios es un tema de debate jurídico, pero sí puedo decir que la caducidad recaería sobre Navelena', señaló Andrade.
Cruce de cuentas
En cuanto al pago de las multas, el funcionario explica que al Gobierno no le preocupa el cubrimiento de esta obligación, pues en caso de liquidación el Estado le quedaría debiendo a Navelena por los trabajos que tuvieron lugar en la etapa de preconstrucción.
'En el momento de la liquidación del contrato hay que pagarles por lo que han hecho y de esto se restaría el valor de las multas', agregó.