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Después de ver varias piezas publicitarias, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) comenzó una investigación de oficio a los operadores Claro, Movistar y Tigo, por ofrecer beneficios en la compra de equipos amarrados a los planes pospago. El proceso terminó en la imposición de multas que suman más de $9.200 millones para las empresas de telefonía móvil.

De acuerdo con el director de Protección de usuarios de servicios de telecomunicaciones, Fabio Restrepo, durante la investigación se confirmó que las empresas violaron el régimen de protección de usuarios.

'La investigación administrativa de la Superindustria encontró que en piezas publicitarias emitidas por las empresas entre 2015 y 2016, se habrían ofrecido incentivos a los usuarios, como el pago de 6 y 12 cuotas gratis en la compra de equipos celulares a cambio de suscribir contratos con un valor determinado', explicó el funcionario.

También se encontró que los operadores limitaron el ofrecimiento de estos beneficios si se mantenían ciertas condiciones en el contrato, tales como no terminarlo, disminuir el cargo básico mensual o pasar de pospago a prepago, lo que llevaba a la pérdida de los incentivos que habían adquirido.

'Esta conducta está expresamente prohibida por el Régimen de Protección de Usuarios, desde el 2014, cuando se eliminó la cláusula de permanencia mínima', agregó Restrepo.

Desde esa fecha ningún contrato de compra o venta de equipos de telefonía móvil puede estar condicionado a la prestación del servicio y vicersa.

La SIC también emitió órdenes administrativas que dejaron sin efecto las condiciones que obligaban a los usuarios a mantener el servicio bajo la pérdida de los beneficios.

Aclaró que la multa impuesta a Tigo fue menor, ya que 'cesó la conducta ilegal' al ser notificada la sanción de primera instancia, mientras que Claro y Movistar siguieron hasta la actualidad cuando se profirió la decisión de segunda instancia.

El presidente de Tigo, Marcelo Cataldo, dijo que este tipo de medidas van en detrimento de los usuarios, pues tienen pocas opciones para comprar un teléfono móvil, especialmente teniendo en cuenta que por la devaluación del peso los precios han aumentado significativamente a lo que se suman los costos de la financiación.

Agregó que le parece injusto que se limiten las promociones que puedan hacer las empresas de telecomunicaciones, pero deja en libertad a las grandes superficies para que aten las promocione de los equipos a las tarjetas de créditos y otros productos, Agregó que las cláusulas de permanencia permiten que el precio de los teléfonos baje hasta en un 50% contra un plan de servicio a un tiempo determinado.