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El presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz Molina, aseguró que el proyecto del puerto de aguas profundas en Barranquilla es una iniciativa que requiere de estudios profundos que tomen en cuenta las proyecciones de movimiento de carga y la dinámica del comercio mundial.

'Este tipo de iniciativas hay que evaluarlas a la luz de las nuevas realidades de la industria marítima, que en los últimos años ha cambiado de manera radical', indicó en ejecutivo quien instaló ayer en la capital del Atlántico el VI Encuentro Portuario e Industrial del Caribe organizado por el gremio.

Díaz Molina dijo que actualmente son pocos los jugadores que hay en el mercado internacional, pues este se encuentra concentrado en unas pocas navieras a través de adquisiciones o fusiones, las que trabajan con buques de gran tamaño.

Este panorama lleva a que el papel de los puertos se reacomode, pues cuando llegan los grandes buques requieren de gran actividad, pero luego vienen tiempos ‘muertos’ o inactivos más largos.

'Se empieza a cuestionar la existencia de muchos puertos, creo que es un tema que se debe analizar a la luz de las nuevas realidades', indicó.

Para el empresario las decisiones que se adopten frente al proyecto del superpuerto, que recientemente recibió el espaldarazo del Gobierno nacional, deben ser cuidadosas. 'Da miedo que se construya un monstruo que termine convertido en un elefante blanco porque las necesidades del mercado eran otras', señaló Díaz.

El puerto de aguas profundas requiere una inversión cercana a los USD120 millones y tanto la Alcaldía de Barranquilla como la Gobernación del Atlántico están dispuestas a participar en el proyecto a través de un modelo de empresa mixta.

Para el presidente de la junta directiva de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Exterior (Fitac), Carlos González, el proyecto del puerto de aguas profundas, es una apuesta para atender las demandas internacionales de transporte marítimo.

'Por eficiencias los buques cada vez son más grandes y mientras que a Barranquilla llegan buques de 2.000 contenedores, en el mundo ya se está hablando de barcos con capacidad para 18.000 contenedores', agregó.

Comercio exterior en la Costa

Sobre la situación del comercio exterior en la Costa Caribe, Díaz Molina señaló que el comportamiento registrado es similar al del resto del país, caracterizado por una 'inestabilidad' con subidas y reducciones.

En marzo de 2017 las exportaciones del país crecieron 37,9%, mientras que las importaciones aumentaron 14,8%. El déficit de la balanza comercial fue USD726,1 millones, cifra que representa una disminución frente a los USD1.090,4 millones registrados en 2016.

Lo que el gremio proyecta para cierre de este año es que las ventas al exterior del país crezcan especialmente en los sectores no tradicionales diferentes a minería y petróleo. 'Los mercados internacionales siguen muy golpeados, pues Colombia tenía en Venezuela un mercado importante que se perdió'.

Hay que bajar costos

El gremio del comercio exterior considera que uno de los principales requisitos para impulsar el crecimiento de las exportaciones es bajar los costos, pues de esta manera se puede ser más competitivos a nivel internacional.

Para el presidente de Analdex es tiempo de los exportadores del país revisen como pueden mejorar el aprovechamiento de los acuerdos comerciales que Colombia tiene vigentes, diversificando y ampliando la oferta exportable.