El fabricante de automóviles japonés Toyota anunció un acuerdo de asociación con su compatriota Mazda, como una forma de afrontar las mutaciones de la industria que suponen un desafío para las empresas históricas del sector.
Los dos grupos, que habían entablado negociaciones en mayo de 2015, decidieron dar el paso. Se trata, según explican, de 'superar los retos apremiantes' del sector, como 'el endurecimiento de las regulaciones medioambientales y de seguridad y la llegada de rivales procedentes de otras industrias'.
'Antes, la competición tenía que ver con el número de coches fabricados y el número de clientes conseguidos. Ahora, nos enfrentamos a nuevos adversarios en los mercados emergentes y en las compañías de alta tecnología como Apple y Google. Ha empezado una batalla sin precedentes y sin brújula', resumió el director general de Toyota, Akio Toyoda, durante una rueda de prensa en Tokio, junto con su homólogo de Mazda, Masamichi Kogai.
Para sellar su unión, Toyota adquirirá a principios de octubre, por un importe de 50.000 millones de yenes (451 millones de dólares, 385 millones de euros), poco más del 5% de Mazda, que también entrará en el capital del número uno japonés, con el 0,25% de las acciones.
Además de su alianza en el capital, que podría aumentar en el futuro, el dúo se compromete a cooperar en el ámbito industrial con una inversión conjunta de 1.600 millones de dólares para construir una fábrica en Estados Unidos. Esas instalaciones, previstas para 2021, tendrán una capacidad anual de 300.000 vehículos anuales y en ella trabajarán 4.000 empleados.
Mazda, que no tiene ninguna fábrica en Estados Unidos, tiene previsto fabricar sus SUV (todoterrenos ligeros) en esa planta, donde Toyota ensamblará su berlina Corolla.
El objetivo es compartir los costes y los conocimientos, en un contexto en el que la administración estadounidense presiona para fabricar vehículos en su territorio. De hecho, el presidente Donald Trump no tardó en celebrar en Twitter 'una excelente inversión para la industria' de su país.
Los dos socios también planean fabricar conjuntamente coches eléctricos.