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El anuncio de la empresa antioqueña Fabricato de suspender su producción por 15 días volvió a prender las alarmas sobre el desempeño que viene presentando en sector de textil y de confecciones a nivel nacional.

A pesar de que el Gobierno diseñó un plan de acción que busca impulsar el mejoramiento en la competitividad del sector, los resultados en lo que va de este año para las empresas no son los esperados.

El Ministerio de Comercio Industria y Turismo explica que la caída en la demanda interna y en el consumo de textiles y confecciones 'es un fenómeno generalizado en Latinoamérica, y Colombia no es la excepción'.

Para Fabricato, factores como el debilitamiento de los aranceles de importación, la masiva importación de telas y prendas y el contrabando de productos textiles, son los causantes de la caída de sus ingresos y ventas en el primer semestre de 2017. Fue esta razón que los obliga a la suspensión de su producción entre el 26 de febrero y el 10 de septiembre de este año.

Edwin Salazar Salazar, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines, ha insistido en la necesidad de revisar los cambios que se hicieron a finales del año pasado en los decretos 1744 y 1745 de 2016, los cuales no considera favorables para el sector. El gremio afirma que esta modificación ha contribuido a que 'la producción baje dramáticamente y el desempleo crezca exponencialmente'.

Con los cambios aplicados se pasó de tener aranceles mixtos con un componente ad valorem sobre el valor de la mercancía más un monto por kilo, a unos aranceles ad valorem, que tienen dos tasas de acuerdo con el valor declarado por kilo de la mercancía.

La Cámara declinó una invitación que le formulara la semana pasada el Gobierno a una mesa de trabajo sobre el tema y solicitó una reunión directa con el presidente Juan Manuel Santos. Especialmente teniendo en cuenta los cambios en el Mincomercio con la salida de María Claudia Lacouture y la llegada de María Lorena Gutiérrez.