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Los precios internacionales del petróleo tuvieron su punto más crítico a finales de 2014, cuando el barril de WTI llegó a costar US$35. El impacto a las petroleras de todo el planeta fue gigante y Ecopetrol no fue la excepción.

Arrastrando una caída en los ingresos y unos costos aún elevados, la crisis se mantuvo hasta comienzos de 2015, cuando apenas hubo una recuperación en los precios. El golpe para la petrolera estatal fue evidente: pasó de tener utilidades por $13,1 billones en 2013, a arrojar una pérdida de $3,9 billones en 2015, con inversión reducida y pozos apagados.

Esta fue la compañía que Juan Carlos Echeverry comenzó a dirigir en la época que él mismo calificó de 'vacas flacas', con desconfianza del mercado, sin dividendos para sus inversionistas y una fuerte reducción en los ingresos que le llegaban a la Nación, por utilidades e impuestos.

Al anunciar su renuncia a la presidencia de la petrolera estatal, Echeverry reconoció que 'sobrepasamos la crisis más dura de precios en décadas', y dejó optimismo en la compañía, con grandes retos para su sucesor, el hoy vicepresidente ejecutivo, Felipe Bayón.

Una de las primeras tareas que asumió y que tendrá que continuar Bayón es la reducción de costos, la optimización de los contratos y hacer más eficiente cada barril producido, hecho que se ve manifestado en las utilidades que dio el primer semestre de este año: $2,2 billones, cifra superior a la de las ganancias totales de 2016 ($1,5 billones).

Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), indicó que a Echeverry 'le correspondió un momento de ajuste al interior de la empresa y esos ajustes no son fáciles'. Y agregó que el exministro 'hizo lo que correspondía hacer y lo hizo de forma exitosa; entrega una empresa dando utilidades importantes para el país'.

Estas ganancias se han registrado gracias a la estrategia de austeridad que impuso el presidente: la compañía ha logrado ahorrar cerca de $4,2 billones anuales, logrando la meta de cuatro años en solo dos, siendo otra de las metas que deberá continuar Bayón cuando asuma las riendas de Ecopetrol.

Echeverry, quien será presidente de la compañía hasta el próximo 15 de septiembre, explicó que 'antes de la crisis necesitábamos un barril entre US$60 y US$65 para producir utilidades. Hoy necesitamos cerca de US$35', lo que se traduce en una reducción de casi 40% en los costos, por lo que un precio de US$50 por barril da el espacio a la compañía para reportar utilidades.

De la mano de estos logros, vino uno tercero: la creación de las vicepresidencias de Ética y Cumplimiento, y de Ingeniería y Proyectos, además de la fundación del Centro de Maduración de Proyectos, el cual se encargará de las inversiones que haga Ecopetrol, con una disponibilidad de $10 billones.

Lo que viene para Bayón

Bajo esta nueva política administrativa, Bayón tendrá que encargarse del último gran mensaje de Echeverry y tal vez el más importante, que tiene que ver con el aumento de reservas, con una meta de reemplazo de 100%. Es decir, 240 millones de barriles al año, con reservas contingentes exitosas, gracias a los descubrimientos.

Hoy son 1.600 millones de barriles, lo que para Echeverry 'no es una cifra astronómica para una empresa como Ecopetrol', que debería aspirar a 2.000 millones de barriles de reserva.

Para lograr el crecimiento en este rubro, hay una base fundamental en sus planes y es el trabajo sobre los yacimientos no convencionales, tema en el que la compañía ha ido avanzando y ahora se asume dentro del plan de crecimiento, de la mano con el recobro mejorado.

El presidente de Gasnova, Alejandro Martínez, reconoció que la estrategia es importante y que 'enfocarse en los negocios que pudieran generarle mayor materialidad a la compañía, como el offshore y los no convencionales es muy sensato; es la mentalidad de las grandes petroleras'.

Para lograr que estos descubrimientos traigan crecimiento a la petrolera estatal, Bayón deberá continuar con la disciplina de capital que se acogió en los últimos dos años, así como robustecer la estrategia de comercialización y logística, con la cual haya maximización del valor obtenido por los crudos colombianos.

Esa labor ya se viene haciendo. Según reveló Echeverry, la empresa antes vendía el crudo a un precio de Brent menos US$12, y ahora se está haciendo a Brent menos US$6,6.

Los factores para esto son 'un poco suerte y un poco trabajo. La suerte es que la competencia de crudos pesados vende menos, como Venezuela o México, además de la importación de crudo colombiano por las refinerías de Houston'. También se suma un acercamiento a los refinadores y una mejor estrategia corporativa.

Esa estrategia se logró consolidar y será clave para los años que vienen, con una renovación de hasta 90% del grupo directivo, con personas con experiencia en las petroleras más grandes del mundo, como son BP, Chevron y Shell, entre otras.

Incluso, el nuevo presidente de la compañía es uno de esos funcionarios experimentados: es ingeniero mecánico de la Universidad de los Andes, tiene más de 25 años de experiencia en la industria, expresidente regional de BP para el Cono Sur de Suramérica y exdirector de exploración y producción de la misma firma.

De hecho, el relacionamiento con estas compañías clave en otros países forma parte fundamental de los planes de fortalecimiento de Ecopetrol, para poder llevarla a ser una 'empresa panamericana', como espera Echeverry.

Esto ya se viene haciendo, en especial con algunas firmas como Anadarko, Petrobras, Oxy, Pemex y Petrobas, en los trabajos exploratorios en el offshore y el reconocimiento de Ecopetrol en el onshore, lo que ha llevado a que la petrolera pueda asociarse en México y participar en futuras rondas en tierra en Brasil, además de las asociaciones para offshore en el Caribe.

Inversiones y nuevos proyectos

Además de la labor fundamental de Ecopetrol, que es el petróleo, no deja de ser una prioridad el desarrollo inorgánico, es decir, la compra de participaciones y activos como inversión.

Echeverry ha dicho que la empresa siempre compra y vende activos que le permitan ajustar su portafolio, como fueron la venta de las participaciones de la Empresa de Energía de Bogotá (hoy GEB) y de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB).

Esos activos le dejaron el año pasado US$53 millones, con los que 'fuimos a comprar activos más apropiados para Ecopetrol', actividad en la que la empresa no dejará de trabajar con la nueva presidencia, gracias a la 'sólida posición de caja', que le permitió, por ejemplo, prepagar deuda por $7 billones.

A la par, el grupo empresarial deberá continuar con el desarrollo de sus otras empresas, como son Reficar y Bioenergy, cuyas obras son objeto de investigaciones. En el caso de la Refinería de Cartagena, principal motor de la industria colombiana, hoy está cargando 150.000 barriles al día, mientras que Bioenergy, ya produce etanol continuo, para llegar a su capacidad máxima de 504.000 litros diarios.

Echeverry señaló que la promesa de valor de estas compañías 'debe ser en uno o dos años', mientras que otras empresas, como Propilco, serán valiosas para la Ecopetrol de Bayón, cuando se desarrollen los descubrimientos de gas.

El reto de las comunidades

La administración de Echeverry dejó una buenas relaciones con dos grupos, situación que Bayón puede aprovechar para agilizar algunos proyectos en los territorios. El primero es la relación con la Unión Sindical Obrera (USO), con la cual hoy hay diálogo fluido, según Echeverry. La otra agrupación es la de las comunidades, con quienes a pesar de una resistencia por la actividad extractiva en algunas zonas, Ecopetrol goza de nombre y respaldo, punto a favor del nuevo presidente.

¿En qué quedan las investigaciones?

Otra cosa que tuvo que afrontar el todavía presidente de la petrolera son las investigaciones penales, fiscales y disciplinarias por los sobrecostos en Reficar y Bioenergy y que seguirán bajo la nueva administración. Juan Carlos Echeverry afirmó en Inside LR la voluntad de la compañía de acompañar y apoyar las actuaciones de las entidades de control. La última actuación que se hizo fue la versión libre en la Contraloría General de la República, dentro del proceso que se adelanta por la Refinería de Cartagena.