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Para el comerciante Nelson Suárez, contrario a lo que muchos piensan, los supermercados y las grandes superficies no son competencia para las tiendas de barrio, pues los productos que se venden en ellas son diferentes y tienen la ventaja de que se ofrecen en pequeñas cantidades.

'Mientras que a las tiendas los compradores acuden a hacer compras diariamente, a los supermercados van a hacer mercado. Nosotros vendemos a los padres las meriendas diarias de sus niños y el desayuno, entre otros', dice el santandereano propietario de una tienda en Barranquilla.

En las tiendas de barrio se puede comprar $200 de aceite de cocina; $500 de detergente; $100 de verduras y hasta el arroz por onzas, según la necesidad del cliente.

Sin embargo, se calcula que el 80% de las ventas que hacen las tiendas en la capital del Atlántico y la Costa Caribe están representadas en bebidas ya sean gaseosas, aguas saborizadas, agua embotellada o el bolsa y cerveza. Esto se explica por el clima de la región. 'Esta tendencia es la que nos mantiene las ventas, pues una persona no va a ingresar a un supermercado solo a tomarse una gaseosa o una cerveza bien fría', dice Suárez.

A esto se suma la comercialización de leche y otros productos como pan y verduras que conforman las compras diarias de una familia.

Un estudio realizado por la firma Raddar indica que el 64,1% de los consumidores en Barranquilla, compra en tiendas de barrio, sin embargo este porcentaje se ha reducido en los primeros seis meses del año, pues en enero estaba en el 75%.