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Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Colombia es el tercer país latinoamericano con mayor número de hectáreas cultivadas en frutales. Característica que nos define como una de las ‘despensas más grandes del mundo’. Oportunidad que los empresarios del sector hortifrutícola han venido aprovechando para dar a conocer el poder de las frutas exóticas en Europa y Estados Unidos.

Para empresarios de este sector como John Franco, gerente de Frutas Comerciales, el futuro de las frutas colombianas no está en el terreno local. En su compañía, 80% de la producción tiene como destino otros países, dado que como él mismo lo asegura 'no es rentable vender frutas exóticas para el consumo interno'. Teniendo en cuenta que a nivel internacional, se paga entre cinco y seis veces más por el producto.

Y es que según lo estima la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol), el consumo per cápita de frutas y hortalizas a nivel nacional está por debajo del mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). A diario, los colombianos ingieren en promedio tan solo 200 gramos de estos alimentos, mientras que por el contrario, el valor de las exportaciones de fruta viene en ascenso.

Según cálculos de ProColombia, las exportaciones de fruta fresca durante 2016, sumaron 115,6 millones de dólares. Un crecimiento de 43%, con respecto al 2015. Cifra que no incluye al banano, producto que tradicionalmente ha punteado en el mercado internacional, y que según la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama) ha exportado en los últimos 12 años más de 1.690.000 toneladas de producto.

Por eso la estrategia, no solo de ProColombia y el ministerio de Comercio, sino de gremios como Asohofrucol ha sido impulsar especialmente la apertura de mercados para las frutas denominadas ‘exóticas’, que en su mayoría sobre se producen en el trópico. Álvaro Palacio, gerente del gremio, aseguró que hay priorizadas siete frutas en su programa de transformación productiva.

Se destaca la lima ácida tahití, el coco, el mango de mesa, la fresa, el aguacate hass, la papaya y la piña, por mencionar algunas. Pero para Franco las mayores oportunidades de crecimiento también están en la gulupa, la granadilla y la uchuva, productos que ya están tomando mucha fuerza en exportación sobre todo en Europa, y en todo tipo de bayas silvestres, que todavía no están siendo explotadas para estos mercados.

Y las cifras demuestran estos liderazgos comerciales. En el ranking de exportaciones los aguacates lideran las ventas con ganancias de 20 millones de dólares en 2016, seguidos por las gulupas con 14,9 millones y las uchuvas con 13,7 millones. Frutas que junto a la lima, piña, naranja, granadilla, mango y pitahaya, llegan principalmente a los Países Bajos, Reino Unido y España.

Pero aunque el valor de la producción hortifrutícola ha venido creciendo en los últimos años pasando de 5,6 billones de pesos en 2013 a 7,2 billones en 2016 y el volumen producido haya subido 45 % en el último año, Palacio considera que 'tendremos todas las oportunidades para los mercados locales e internacionales, solo si resolvemos inconvenientes como la asistencia técnica especializada'.

Esto porque, según el dirigente gremial, se necesitan más recursos que los captados por el Fondo Nacional de Fomento Hortifrutícola para financiar el desarrollo y la investigación en el sector. 'Estamos recaudando muy poco, aproximadamente, 17.000 millones de pesos anuales porque este es un sector de alta informalidad' aseguró Palacio.

Los recursos se invierten principalmente en asistencia técnica, apoyo a la comercialización, investigación, transferencia de tecnología y capacitación a productores. Pero el punto más clave, es obtener asistencia técnica personalizada por tipo de cultivo. En el caso de Frutas Comerciales se tiene un agrónomo encargado de cada finca productora, y 14 solo especializados en el área comercial.

La expectativa del gremio no solo es ampliar el número de países a los que llegan las frutas colombianas, que hoy son 42. También es aumentar a 110.000 las hectáreas cultivadas con los siete productos priorizados y de esta forma, poder incrementar las exportaciones a 637.000 toneladas.

El secreto de la exportación está en el empaque

Un mango producido en Santa Marta (Magdalena) se demora tres días en llegar a un mercado en París. La mayoría de las frutas exóticas, que suelen ser muy perecederas, afectan su calidad por deshidratación, madurez acelerada y maltrato. Factores que se mitigan gracias a los empaques desarrollados especialmente para evitar la mayor cantidad de pérdidas en el viaje de las frutas. Muchas compañías, después de experimentar y hacer pruebas ya contratan diseñadores industriales, que de acuerdo a las características del producto, desarrollan empaques que se ajustan al tiempo de viaje, las condiciones climáticas y la forma de las frutas.

Bajo uso de tóxicos, clave para abrir más meracados

Los compradores internacionales están interesados en adquirir, no solo productos exóticos de buena calidad, sino que están pensando cada vez más en su salud. Es por esto que disminuir el uso de productos tóxicos para combatir hongos, insectos y enfermedades en el cultivo se ha vuelto un reto para toda la cadena hotifrutícola. Una tendencia de consumo que se da sobre todo en Europa, donde no se permite el ingreso de productos con alto contenido de pesticidas. Un llamado para los agricultores, que en la medida que encuentren nuevas y mejores alternativas para controlar las plagas, podrán mejorar sus ingresos y ampliar los mercados.