Compartir:

Una pérdida cercana a los 3.500.000 empleos asociados a actividades de comercio al por menor, industria y agricultura, se presentaría en Colombia ante la sustitución de mano de obra por la tecnología. Así lo estima una investigación del Observatorio de Condiciones Socioeconómicas del Atlántico (Ocsa) de Uninorte, sobre el impacto del cambio tecnológico en la desigualdad, cuyos resultados fueron presentados el 31 de octubre durante una jornada académica con expertos.

Estas tres actividades económicas en el país presentan el mayor porcentaje de desempleo esperado debido al alto potencial de automatización que tienen sus puestos de trabajo para futuros periodos, con el 53%, 66% y 49%, respectivamente. El Ocsa determinó que el cambio técnico generará un desplazamiento en la tecnología de producción, lo que hará más productivo el trabajo calificado respecto al no calificado, y aumentará el nivel de empleo de los empleados mejor preparados.

El resultado de este fenómeno sería el incremento de las brechas de empleo y salario, entre actividades que son rutinarias y las que no lo son. Este panorama afectaría negativamente la desigualdad y la distribución del ingreso en el país. Winston Percybrooks, profesor de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de Uninorte y miembro del Biomedical Signal Processing and Artificial Intelligence Laboratory (BSPAI Lab), planteó que la automatización a través de la inteligencia artificial ha reemplazado a las personas, principalmente en labores físicas. Y añadió que el uso general de la inteligencia artificial atenta contra la privacidad de los empleados, abuso de poder y discriminación a los trabajadores.

En Barranquilla, aproximadamente 53.000 personas, cerca del 6% de los trabajadores formales de la ciudad, son conductores. ¿Qué pasaría con ellos si alguno de los últimos avances tecnológicos, como los carros autónomos que se ensayan en California, se hicieran realidad? La ciudad es una de las que más ha sido afectada por la baja regulación e iniciativas ante el cambio tecnológico, que ya muestra impactos sobre la distribución del ingreso, el nivel de ocupados y productividad laboral del sector industrial, el número de los puestos de trabajo temporales y la polarización del empleo.

La investigación del Ocsa muestra que en la ciudad se han incrementado los niveles de desigualdad y distribución del ingreso entre empleados de distintos sectores, en parte por causa de la automatización de las actividades. Se observa debido al alto coeficiente de Gini laboral que muestra Barranquilla, igual a 0,457, que además es superior al coeficiente estimado para el total de la población barranquillera de 0,433.

La polarización del empleo es otro elemento que amenaza la estabilidad socioeconómica de Barranquilla. Desde el 2002, se ha visto un incremento de la mano de obra con estudios técnicos, universitarios y de posgrado. Los técnicos son los que ingresan más fácilmente a trabajar: han tenido un incremento de 5,8% en la ocupación, mientras los empleados con estudios de secundaria disminuyeron en 6,87%.

Laura Cepeda, directora de Fundesarrollo, señaló que la tecnificación de las actividades laborales en la ciudad ha causado una disminución del número de empleados con baja cualificación e incremento en la productividad laboral del sector industrial. Entre el 2002 y el 2017 la participación de ocupados de la industria en el total de empleados en Barranquilla se redujo en un 20%, mientras que la productividad por trabajador se ha incrementado en un 55% entre el 2000 y el 2015.

Economía expuesta. Un informe de la Cepal indica que, ante el efecto de los avances tecnológicos y la globalización, el desarrollo y el bienestar económico presentarán los mejores desempeños, mientras que el empleo en los países mostrará los mayores desafíos ante las nuevas tecnologías. En Estados Unidos, la automatización ya ha surtido efecto en el mercado laboral: se estima que por cada robot industrial que se introduce hay una pérdida de tres empleos.

Camilo Almanza, profesor del IEEC de Uninorte, plantea que este fenómeno se ha visto acentuado por el desarrollo exponencial que han tenido en los últimos años las tecnologías en información y comunicación. Añade que esto ha propiciado la expansión del comercio internacional, principalmente de bienes manufacturados y de alto contenido tecnológico.

Actividades realizadas por obreros o trabajadores de oficina son más propensas a automatizarse, debido a su carácter rutinario. Tareas que no cuentan con rutinas diarias, como la investigación, el diseño, la gerencia o actividades de bajo uso de tecnología, tienen una menor probabilidad de reemplazar la fuerza laboral por maquinaria o tecnología.

Sectores ganadores

La entrada de nuevas tecnologías a Colombia incrementaría el potencial y desempeño de sectores con alta tecnificación, como el industrial y minero. A pesar de que estos decrecieron en 1,5% y 7,7%, respectivamente, durante el primer semestre del año, el desplazamiento de la tecnología, la inversión y el incremento del precio de los hidrocarburos impulsaría la productividad de estos sectores, generando crecimiento de la actividad económica del país. De igual modo, estos adelantos traerían un mayor desarrollo a la sociedad a través de los adelantos técnicos en salud, educación y bienestar social.