En el corregimiento de La Mesa en Valledupar, Celsia a través de su filial EPSA, construirá una de las granjas solares más grandes del país, la cual tendrá un potencia instalada de 100 megavatios (MW).
En esta planta, que estará ubicada en un terreno de 197 hectáreas, se podrán generar 187 GWh/año, con los que se pueden abastecer de energía a más de 105.000 hogares.
La granja estará compuesta por 367.500 paneles fotovoltaicos y entregará energía al Sistema Interconectado Nacional (SIN). La compañía proyecta que entre en operación en el primer semestre del 2019.
Actualmente Celsia tiene una granja solar en Yumbo (Valle del Cauca), pero capacidad de generación en la de Valledupar será casi 10 veces mayor.
Consulta previa
Para dar inicio a este proyecto, que hace parte la meta de la compañía de tener 250 MW de generación fotovoltaica a mediano plazo en Colombia y Centroamérica, se logró un acuerdo en la consulta previa con cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, los Koguis, Arhuacos, Wiwas y kankuamas.
Esto teniendo en cuenta que la granja solar estará en la zona llamada 'Línea negra', que es el límite ancestral de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada.
El líder socioambiental de Celsia, Germán Patiño, explicó que el trabajo de relacionamiento con las comunidades indígenas comenzó desde hace un poco más de un año, durante el cual se les presentó el proyecto y su funcionamiento.
La consulta previa comenzó en junio de este año y se trazó una ruta metodológica de cuatro meses en los que se realizaron diversas reuniones con las comunidades.
'Lo principal para nosotros fue el relacionamiento y la confianza que se generó, lo que permitió que tuvieran claridad sobre el proyecto', dijo Patiño.
Los acuerdos
Los acuerdos a los que llegaron con los pueblos indígenas comenzarán a aplicarse en el primer semestre de 2019, cuando la granja solar entre el operación.
Se destaca la realización de programas de enseñanza y difusión del conocimiento tradicional en los sitios sagrados de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Además se compromete con el saneamiento de los sitios sagrados por medio de un programa de fortalecimiento territorial que será llevado a cabo por los cuatro pueblos indígenas.