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El pacto de la Casa Grande no es un simple nombre elegido al azar. Realmente el Caribe es una enorme casa en la que convergen ciudadanos que son hermanos de raíces, costumbres y formas de vivir, que cada día ven el solo brillando y se mojan los pies con las olas del mar que golpea suavemente en sus costas.

Con el firme propósito de que en 2030 la Costa Caribe logre superar las brechas sociales y eliminar la pobreza extrema, diversos representantes del Caribe colombiano firmaron el Pacto de la Casa Grande, compromiso por la inclusión y la transformación social.

Al cierre de la Cumbre por la Inclusión y la Transformación Social que se realizó este jueves en Santa Marta, empresarios, académicos, artistas, periodistas, dirigentes y fuerzas vivas de la región reflexionaron sobre la realidad de la región y lo que esperan para ella en los próximos 12 años.

En una jornada que se convirtió en un recorrido por los diferentes aspectos que componen el día a día de la región y del rezago que presenta en diferentes temas que urgen solución.

El documento fue presentado por el cantautor samario, Carlos Vives, y el director de ELHERALDO, Marco Schwartz, al finalizar la agenda en la que se abordaron temas como la cultura, el liderazgo, el periodismo y el fútbol, entre otros, por parte destacados exponentes de cada disciplina. En la firma estuvo también Adolfo Meisel.

'Estamos conectados con Perú, Chile y hasta la Patagonia, somos el cruce de caminos perfecto, somos la casa grande y tenemos que tener la grandeza en el corazón para entenderla en su dimensidad', sostuvo Vives.

El pacto plantea la voluntad de apoyar las inversiones y políticas públicas necesarias para eliminar 'las inhumanas condiciones de vida de amplios sectores de la población de nuestra región, en las zonas rurales y urbanas de sus ocho departamentos'.

El documento, producto de un trabajo de investigación durante más de un año por parte expertos e investigadores de diversas instituciones, señala que 'el Caribe colombiano presenta entre su población deplorables indicadores de pobreza, cientos de miles de analfabetas, inaceptables dimensiones de desnutrición y mortalidad infantiles, deficiencia en la infraestructura y pésima calidad de su salud y su educación, carencias en el suministro de agua potable y saneamiento básico, entre tantos otros rezagos en las condiciones de vida con relación al resto de Colombia. Ante esa realidad abrumadora no podemos taparnos los ojos'.

Ante esta realdad, el propósito regional es promover por los medios que permite la vida democrática, el diálogo civilizado, el debate, el derecho al voto y el control al manejo de los recursos estatales, aquellas inversiones públicas que se requieren para eliminar la pobreza extrema del territorio.

'Esto lo declaramos para que se escuche en toda la geografía del Caribe nuestro, desde Puerto López hasta Ayapel, desde el Cove hasta Simití, desde Aguachica hasta Fonseca, desde Betulia hasta El Difícil, desde Morroa hasta Chimichagua. Que nos escuchen en Santa Marta, desde Pescaíto hasta Gaira', señala el documento.

Para avanzar de manera contundente en la eliminación de la pobreza, el Compromiso Casa Grande Caribe propone que en los próximos 12 años (2018-2030) años se inviertan recursos equivalentes a 16.548 millones de dólares en los siguientes sectores: Nutrición, 3.002 millones de dólares; educación, 6.275 millones de dólares; salud, 2.158 millones de dólares; agua y alcantarillado, 5.113 millones de dólares.

El objetivo es que el compromiso Casa Grande Caribe se incluya en los tres próximos planes de desarrollo nacional (2018-2030).

Los recursos para financiar los 16.548 millones saldrán de los recaudos tributarios propios de la región, de los ingresos de regalías y de la participación del Caribe en el presupuesto nacional.

En esas fuentes habrá recursos más que suficientes para financiar el valor total del Compromiso Casa Grande Caribe. Sin embargo, se requiere de una reforma de la ley de regalías para lograr un uso más funcional y eficiente de los recursos de los Fondos de Compensación y Desarrollo Regional.

'Urgimos para que el criterio dominante a la hora de distribuir dichos recursos regionalmente sea únicamente las necesidades insatisfechas de la respectiva población. Para lograr que esta iniciativa se lleve a cabo solo se necesita la voluntad colectiva. Pero ello solo será posible si elegimos gobernantes probos que inviertan con transparencia y eficiencia en las prioridades de la gente y en este Compromiso Casa Grande Caribe', indica el pacto.

El documento invita a los ciudadanos del Caribe 'a votar a conciencia, a nunca vender su voto, a participar en el proceso electoral de manera responsable y a condenar la corrupción. Además, los convocamos para que apoyen a los gobernantes y candidatos que acojan de manera real y verificable este Compromiso Casa Grande Caribe por la inclusión y la transformación social'.

El evento

Con la exhortación de unir fuerzas para construir una nueva región, el coordinador de Casa Grande Caribe, Adolfo Meisel, dio la bienvenida a los participantes a la Cumbre Caribe por la Inclusión, que se desarrolló este jueves en el Centro de Convenciones Santamar, en la capital del Magdalena.

Luego de instalada la cumbre, se dio paso a una serie de conversatorios, debates y paneles en los que se trataron temas como educación, nutrición, salud, acueducto y alcantarillado, y financiamiento y calidad del gasto social.

Un tema clave tocado a lo largo de la jornada es el de las fuentes de financiación para las acciones contempladas en las investigaciones realizadas en desarrollo de la iniciativa Casa Grande Caribe, que están identificadas y representan la inversión de recursos que superan los USD16.500 millones.

El director del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) del Banco de la República, Jaime Bonet, explicó que hay tres fuentes identificadas con alto potencial para el financiamiento de las estrategias diseñadas con el objetivo de cerrar las brechas de la desigualdas en la Costa Caribe al año 2030.

La primera son los recursos de regalías, pues se calcula que con las proyecciones de producción de hidrocarburos y minerales del Gobierno nacional, a 2033 se contaría con una suma cercana a los USD7.000 millones.

La segunda, sería el Presupuesto General de la Nación (PGN), recursos que llegan a la Región del Gobierno nacional, con los que también se pueden cofinanciar proyectos con las administraciones locales. 'Sin mantenemos la participación de la región en el PGN, estaríamos hablando de USD14.000 millones', dijo Bonet.

En tercer lugar se encuentra el potencial de recaudo de impuestos en materia tributaria de los entes territoriales, tanto municipios como departamentos, que llega a unos USD20.000 millones en los próximos años.

'Estamos hablando de unos 40.000 millones de dólares con recursos propios, con regalías y con participación del Presupuesto General de la Nación, sin incluir los recursos del Sistema General de Participaciones', dijo el experto.

Explicó que el trabajo realizado consistió en identificar las fuentes de recursos nuevos que pudieran destinarse a las inversiones que se requieren.

De acuerdo con el experto uno de los retos de la región es mejorar la calidad del gasto para que los recursos se inviertan mejor, teniendo en cuenta que los ingresos de la Costa Caribe en los últimos años han crecido más que en el resto del país.