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La situación laboral de los jóvenes colombianos no mejoró para 2017, año en el que fueron la población que tuvo más dificultades para el acceso en el mercado laboral. El Dane muestra que el desempleo en jóvenes, entre 14 y 28 años, paso de 14,1 % entre septiembre y noviembre de 2016 a 15,4 % en el mismo periodo para 2017. A pesar de esto, para 2018 todavía no se han planteado iniciativas eficientes para mitigar la situación.

Entre los principales elementos para entender la condición laboral de la juventud de Colombia se encuentra la debilidad institucional, incremento del poder que tiene la demanda de mano de obra, la polarización del empleo y la concentración del empleo en ciudades opulentas.

Otro factor preocupante es que en las principales ciudades metropolitanas de Colombia, el 92,3 % de los jóvenes ocupados se encuentra realizando labores de empleado particular, obrero o trabajador por cuenta propia. Ocupaciones que en última instancia terminan motivando la inclusión de estos jóvenes a actividades informales y no apoyan su desarrollo profesional.

Las expectativas que tienen los jóvenes sobre oportunidades de empleo y desarrollo profesional son altas cuando egresan de las instituciones educativas. Sin embargo, encuentran una barrera al ingresar al mercado laboral: la falta de experiencia y en muchos casos son subempleados.

Ángela Granger, economista de Uninorte, plantea que las personas están dispuestas a aceptar un trabajo con un nivel educativo requerido menor al propio, con el fin de ganar experiencia y aprender habilidades que consideran útiles para realizar futuros trabajos. 'Los empleadores, por su parte, juzgan tanto o más la experiencia que la educación a la hora de contratar', señala.

Iniciativas como la ley del primer empleo son importantes para mejorar la situación laboral de los más jóvenes. 'Contribuyen a subsanar los requisitos de experiencia en los recién graduados de forma que no sea tan costoso para la empresa'.

Para el profesor Marco Ariza, del IEEC de Uninorte, 'la ley de primer empleo y el fortalecimiento de los sistemas de información son esfuerzos de política importantes que se deben mantener e incluso profundizar'. Sin embargo, el profesor expone que un paso importante es evitar la fragmentación entre la educación media, la educación superior y el sector productivo regional.

Jorge Valencia, coordinador de Investigación del Observatorio de Educación del Caribe Colombiano (OECC), plantea que 'se deben desarrollar políticas públicas que involucren y articulen de forma eficiente los distintos niveles de administración educativa, así como a los distintos actores que intervienen en la formación y tránsito de los educandos desde la educación hacia el mercado laboral'.