Las principales bolsas europeas cerraron este martes con fuertes pérdidas, sin conseguir reponerse de la debacle de Wall Street el lunes, una caída que también arrastró a las plazas asiáticas después de meses de euforia alcista.
Aunque las pérdidas al cierre fueron menos importantes que en la apertura, las bolsas europeas registraron un retroceso consecuente.
Al término de la sesión, la bolsa de París perdió 2,35%, la de Londres 2,64%, la de Fráncfort 2,32% y la de Ámsterdam 3,04%. En Madrid, el IBEX 35 cedió 2,53%.
'El movimiento es brutal. Los inversores no habían visto tales bajas en años', subrayó Jean-Louis Mourier, economista de Aurel BGC.
Al comenzar las operaciones la bolsa de Londres había caído 3,5%, París 3,43%, Fráncfort 3,58%, Madrid 3,3% y Ámsterdam 3,6%.
La pregunta que todo el mundo se planteaba el martes es si la baja sólo hacía que empezar o se trataba de algo temporal.
Para la mayoría de los expertos la agitación puede durar unos días, pero la buena salud económica actual y los resultados de las empresas, en particular estadounidenses, no justifica una baja prolongada.
'Objetivamente las condiciones no están para tener un verdadero crac', estimó Vincent Juvyns de JPMorgan AM.
'A nivel económico nada cambió. Al contrario, los últimos indicadores sólo confirman que la economía mundial sigue siendo robusta', añadió.
'El mercado estadounidense necesitaba un respiro' luego de un comienzo de año en fanfarria y 'desde mi punto de vista nada permite indicar una tendencia bajista a largo plazo. Hay buenas bases. Muchas empresas siguen con buenos resultados', estimó Christopher Dembik de Saxo Bank.
Por su parte Wall Street, de donde surgió el lunes el caos, perdió más del 2% en la apertura el martes pero siguió la jornada oscilando entre el rojo y el verde.
El temor por la inflación encendió la mecha en los mercados a pesar de que el año 2018 comenzara bien en las bolsas mundiales, especialmente en Wall Street que encadenó los récords durante semanas.
El viernes la publicación del informe mensual sobre el empleo en Estados Unidos cambió repentinamente la situación.