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El presidente de los Estados Unidos (USA), Donald Trump, ha anunciado que impondrá aranceles de forma global sobre las importaciones de acero y aluminio en 25% y 10%, respectivamente, para impulsar la producción de esta industria estadounidense. Según la última actualización de tarifas de la United States International Trade Commission, en febrero de 2018, los aranceles de USA para las importaciones de acero están entre 1,5% y 15,8% y para el aluminio entre 1,5% y 6,5% según el tipo de producto.

Los países que comercian internacionalmente se encuentran cerca de entrar en una guerra comercial como represalia a estas iniciativas, lo que implicaría incrementos en sus aranceles. En Colombia, han salido a la luz propuestas sobre denunciar el TLC con USA. Pero, ¿cuál puede ser el impacto de una medida de este tipo en el país?

Definitivamente es una mala noticia para la industria nacional, cuya paulatina recuperación ha tomado como impulso las ventas al comercio internacional. En enero de 2018, la producción manufacturera, sin refinería, mostró un crecimiento del 1% y en las ventas del 3,1%. Con aranceles más altos, los productos colombianos serán poco atractivos para el mercado estadounidense; así que la decisión de Estados Unidos tiene en expectativas a los exportadores del sector.

Stefannia García Lacouture, economista investigadora de Fundesarrollo, plantea que un arancel del 25% sobre el acero impone una barrera significativa en el acceso al principal mercado de estas exportaciones para Colombia. Según García, esto implicaría un reto para las empresas colombianas ante la necesidad de abrir nuevos mercados o ampliar su participación en otros ya existentes, así como por la posibilidad de tener que enfrentar una mayor competencia interna y externa, por la sobreoferta de acero que se pueda generar por fuera del mercado de EEUU.

Silvana Insignares, coordinadora de la maestría en Derecho del Comercio de Uninorte, plantea que a estos efectos se debe agregar el impacto de la caída del precio del dólar. 'Los exportadores soportarían una pérdida adicional por este concepto, teniendo problemas de competitividad en el mercado internacional'. Adicionalmente, Insignares señala que, al afectarse los precios de estos materiales, se podrían afectar proyectos de infraestructura en el país, donde se demanda una gran cantidad de estos productos.

Relaciones armónicas

En el 2017 las relaciones comerciales entre Colombia y EEUU mostraron un buen ambiente, algo que se mantenía en total escepticismo con la llegada del presidente Trump. Los datos más recientes del Dane muestran que el año pasado las exportaciones del país hacia USA incrementaron 3,2% respecto al 2016, llegando a 10.540 millones de dólares FOB. El crecimiento de las ventas al país norteamericano durante este periodo estuvo fomentado por el aumento en las exportaciones de papel (56,9%) y los materiales fabricados por la fundición, hierro y acero (30,6%). Los metales y sus manufacturas fue el octavo sector con mayor participación, con un monto de 213 millones de dólares FOB.

La expectativa de este 2018 es un incremento del comercio internacional entre ambos países. Solo en enero de 2018 ya se había producido un crecimiento anual de 14,5% en las exportaciones al país norteamericano, cerrando en 945 millones de dólares FOB. Durante este primer mes los materiales fabricados por la fundición, hierro y acero fueron los de mayor crecimiento (193,6%).

A continuación, analizamos algunas de las cuestiones clave que el país deberá atender si EEUU hace efectiva la subida de los aranceles a las importaciones de acero y aluminio.

¿Cuánto se perdería?

Con la imposición de aranceles el crecimiento de las ventas se detendría y podrían llegar a terminar las ventas de acero y aluminio hacia EEUU La ANDI ha planteado que estos aranceles reducirían en 226 millones de dólares las exportaciones anuales de Colombia. Este valor representa el valor total de las exportaciones de productos fabricados con acero y aluminio por Colombia con destino al país norteamericano.

¿Vendrán más aranceles?

Se ha planteado que la imposición de aranceles a las importaciones de bienes por los Estados Unidos podría impactar a muchos más productos. Esto generaría grandes consecuencias para Colombia, dado que este país es el principal destino de las exportaciones colombianas, con una participación del 27,8% en 2017, según el Dane. María Esperanza Cuenca, profesora del IEEC de Uninorte, explica que la experiencia ha enseñado a los exportadores colombianos que deben diversificar sus compradores y este ha sido un tema recurrente en algunas de las alianzas realizadas.

¿Se afecta el curso del TLC?

El acuerdo firmado en 2011 entre ambos países se basa en un tratado bilateral que busca facilitar el flujo de capitales, la inversión y el comercio a través de la reducción de aranceles. 'La imposición de esta medida se entendería como un incumplimiento del Tratado por parte de EEUU, lo cual tendría como consecuencia que Colombia debería activar los mecanismos de solución de controversias establecidos al interior del TLC', dice Insignares.

Según Cuenca, el esquema de comercio basado únicamente en los TLC está demostrando lo que en su momento fue uno de los riesgos denunciados: 'Depende de la buena voluntad unilateral de quienes los suscriben'. señala la profesora.

¿Cuál es la salida a esta situación?

Para Insignares, la salida ante el establecimiento de esta barrera comercial es, sin duda, la diplomacia. En esta misma línea, García, expone que el gobierno debe tomar una labor diplomática para negociar las preferencias hacia Colombia en la aplicación del arancel y mantener las condiciones que se lograron por medio del tratado de libre comercio firmado.

García indica que, ante un escenario súbito de sobreoferta interna de acero, la industria nacional podría protegerse recurriendo a medidas remediales de defensa comercial. Estas deben ser emitidas por el gobierno nacional e incluyen salvaguardias para limitar importaciones temporales hasta que la industria esté en capacidad de ajustarse.