Ante el rezago de la región en salud, saneamiento, acueducto, educación, alimentación, entre otros aspectos, es necesario que se mejore la calidad y la gestión del gasto público. Jaime Bonet, director del Banco de la República, sede Cartagena, y Gerson Pérez, del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) del mismo Banco, indican en un informe para Casa Grande Caribe que una mayor eficiencia en la gestión del gasto público incrementaría el monto de los recursos disponibles, lo que sumados a los actualmente disponibles apalancaría mejores resultados sociales.
Bonet y Pérez plantean que, si hay un uso eficiente de los recursos y se mejora el recaudo, la región Caribe pasaría de obtener unos ingresos propios de USD398 millones en 2019 a USD2.846 millones en 2030, un crecimiento del 614%; siempre y cuando todos los departamentos recauden el 100% sobre su potencial y los municipios tengan niveles de recaudo del 75%.
Se espera que, entre el 2019 y 2030, el presupuesto de inversión del Gobierno nacional para la región Caribe sea de USD13.804 millones. Andrés Vargas, profesor del IEEC de Uninorte plantea que, en principio, se esperaría que esto redundara en una mayor cobertura y calidad de los servicios provistos por el Estado, lo que impacta directamente las condiciones de vida de la población. 'La mayor eficiencia significa que el Estado alcanza los objetivos sociales imponiendo una menor carga por unidad de servicio prestado sobre los actores privados'.
La perspectiva, dada la tendencia, es que habrá menos recursos del Sistema General de Regalías (SGR) para los proyectos de inversión en la región: Casa Grande Caribe proyecta que la región pasaría de obtener USD678 millones en 2019 a USD482 millones en 2030, un decrecimiento de 29%.
Bonet y Pérez indican que un determinante de estos recursos proyectados será el propio esfuerzo fiscal de las entidades. Por tanto, la disminución de la pobreza y las mejoras en el desarrollo de la región no dependen únicamente de un mayor potencial de recursos; es necesario garantizar un uso efectivo y transparente.
Los investigadores sugieren que para mejorar la recaudación de ingresos tributarios se debe actualizar el contexto catastral urbano y rural de la región; impulsar la transparencia y el pago de obligaciones de los ciudadanos; crear planes para optimizar la gestión de recursos propios, fiscalización de tributos asignados, actualización de las bases tributarias, transparencia de la información; y fomentar el aumento en las habilidades y condiciones del personal de finanzas y planificación de las entidades territoriales.