El futuro de la generación de energía a través de fuentes renovables no convencionales en Colombia se encuentra en la Costa Caribe, pues es la región con el mayor potencial para el desarrollo de proyectos eólicos y fotovoltaicos.
Las grandes apuestas de inversión en el sector por parte de empresas nacionales y multinacionales, apuntan a la región, con diferentes proyectos.
Un análisis de EY para la Asociación de Energías Renovables (SER) indica que el mayor potencial del recurso eólico, se concentra en la región Caribe y específicamente en La Guajira. 'En el caso específico de La Guajira los vientos son considerados como de los mejores en Sur América', indica el estudio.
Las condiciones para el aprovechamiento de la energía solar son muy favorables en el país, pues la irradiación solar promedio es de 4,5kWh/m2/día, mayor que el promedio mundial de 3,9kWh/m2/día. En La Guajira y Costa Atlántica se presentan las mayores irradiaciones promedio, seguidas por la Orinoquía y la Amazonía.
El crecimiento que se viene presentando es dinámico y cuenta con nuevos actores en el mercado, que llegan atraídos por las condiciones favorables desde el punto de vista climatológico sumadas a los incentivos tributarios y a una regulación adecuada. Se calcula que en 10 años las energías limpias tendrán una mayor participación en la matriz energética de Colombia.
La participación actual de las Fuentes no Convencionales de Energías Renovables (FNCER), en la matriz energética del país es cercana al 1% y según proyecciones de la Unidad de Planeación Mineroenergética (Umpe) en los próximos 10 años puede llegar al 16%.
Estos desarrollos podrían dar cierto grado de tranquilidad en cuanto al escenario de oferta de energía eléctrica del país, a partir de 2022, cuando se comenzarían a evidenciar los efectos del retraso de la entrada en operación de Hidroituango.
Cambio en matriz energética
Las cifras permiten pronosticar un acelerado crecimiento de la generación limpia (eólica, fotovoltaica, biomasa, geotérmica y pequeños aprovechamientos hidroelécticos) en Colombia, con más de 200 proyectos registrados en la Upme.
Cifras de la entidad indican que la mayor parte de los proyectos son fotovoltaicos y soluciones menores a un megavatio.
El exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, asegura que Colombia está urgida de diversificar su matriz energética debido a la vulnerabilidad que significa depender en más del 70% de fuentes de generación hidráulica, bajo la amenaza del fenómeno de El Niño, 'el cual cada vez es más frecuente e intenso, así como de mayor duración, exponiéndonos al riesgo de un racionamiento de suministro de energía como el que estuvimos a punto de registrar en 2015', indica.
Explica que una las ventajas de las fuentes renovables es que son contracíclicas en su comportamiento, porque cuando es mayor la sequía y los embalses alcanzan niveles críticos, se registran más horas de sol y los vientos son más fuertes. De modo que son el complemento 'perfecto y necesario' de las fuentes convencionales de energía.
A esto se suma que son limpias y contribuyen al cumplimiento del compromiso de Colombia, tanto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como con la Agenda de París(Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) de 2015, de reducir emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% para el 2030.
Los proyectos
Son varios los proyectos de generación renovable no convencional que se desarrollan en la Costa Caribe, los cuales se encuentran en diferentes fases.
En el cuanto a las solicitudes de conexión que maneja la Upme en la región, en hay solar 875 megavatios (MW) y eólico 3.768 MW.
Una de las primeras apuestas en la región, la puso en marcha el Grupo EPM (Empresas Públicas de Medellín) con el parque eólico Jepírachi en La Guajira, con una capacidad instalada de 19,5 MW de potencia nominal, con 15 aerogeneradores de 1,3 MW cada uno. Se proyecta que al 2022 siete parques de la región puedan aportar 1.360 MW al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
La compañía Celsia, una de las pioneras de generación solar en el país, que ya tiene una granja solar en Yumbo (Valle) conectada al SIN, comenzó en Bolívar la construcción de otra granja solar en Santa Rosa, con una capacidad de generación de 8,06 MW, la que se estima generará 15.542 MWh-año. Celsia también contempla proyectos fotovoltaico en Cesar y eólico en La Guajira.
Por su parte, el grupo de origen italiano Enel a través de su filial de energía renovable Enel Green Power Colombia, invierte unos USD70 millones en la construcción de una planta e energía solar en El Paso, Cesar, con capacidad de 86,2 MW. Es su primer proyecto en Colombia, y el más grande de este tipo que se construye en el país. Se espera entre en operación en el segundo semestre de 2018.
La compañía Egal Energy, también avanza en el proyecto de un parque eólogico en Galerazamba y un parque solar en Bayunca, ambos en Bolívar.
Adicionalmente, las empresas de la región le apuestan a la autogeneración especialmente con sistemas fotovoltaicos.
Se destacan Tecnoglass, que invirtió USD2,8 millones para una capacidad instalada de 2,47 Mwp y Promigas, con un sistema solar fotovoltaico para autogeneración de energía eléctrica de 23.014 kWh/mes.
Recientemente el Centro de Convenciones de Cartagena, instaló con Celsia, un paneles solares para generar 514.165 kWh por año, con los que suplirá el 18% de la energía que consume.
La interconexión
En La Guajira, la Upme adjudicó dos grandes proyectos para la conexión de los 7 parques eólicos que operan en el departamento, con el SIN, que son la línea Copey-Cuestecitas a 500 kv que ejecuta Interconexión Eléctrica, la que entra en septiembre de 2020.
También está la subestación Cuestecitas con la línea colectora Cuestecitas-La Loma a 500 kv, que con una inversión de USD174 millones ejecuta el Grupo Empresa de Energía de Bogotá (GEB) y entra en funcionamiento en 2022.
Momento justo
La presidente de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía (Acogen), Ángela Montoya, dice que Colombia entró 'justo a tiempo' en el proceso de las energías renovables no convencionales, ya que su desarrollo a nivel mundial permite que el país las aproveche en condiciones competitivas, de tal manera que sean un complemento de la matriz energética actual para garantizar su confiablidad.
Señala que estas tecnologías frente a las tradicionales, hasta hace algunos años no eran competitivas por los altos precios, que necesitaban subsidios, pero actualmente han bajado haciéndolas más accesibles.
Para la ejecutiva el desafío está en seguir avanzando en los planes de expansión para incorporar los recursos al sistema nacional,ya que las zonas del país donde están los mayores recursos eólico y solar son aquellas no el consumo no es alto.
'No hay generación de energía mala ni buena, pues lo que importa es que aporte la energía firme que se requiere bajo los estándares ambientales que se exigen', agrega Montoya.
La regulación
Montoya explica que en Colombia la regulación del sector está lista, con la reglamentación, las leyes y decretos que permiten el ingreso de las renovables no convenciones al mercado nacional, en esto se ha venido trabajando desde hace unos diez años.
La Ley 1715 de 2014 presentada a la consideración del Congreso de la República por el senador José David Name e impulsado su trámite por Amylkar Acosta, como Ministro de Minas y Energía, estableció los estímulos e incentivos para integrar las FNCER a la matriz energética, logrando mayor seguridad energética y desarrollo sostenible.
El exminminas señala que después de la reglamentación de la Ley y su implementación, con la expedición de las normas regulatorias por parte de la Creg, para la Costa Caribe se abre una ventana de oportunidad que no debe dejar escapar.
Fncer
¿Qué son?
Las Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER), son las que permiten la generación de energía a partir de los recursos renovables disponibles a nivel mundial y que son ambientalmente sostenibles, pero que en el país no son empleadas o son utilizadas de manera marginal y no se comercializan ampliamente. De acuerdo con la Ley 1715 de 2014, se consideran FNCER la biomasa, los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, la eólica, la geotérmica, la solar y los mares, entre otros.