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Por considerar que los estados financieros de Reficar del ejercicio de 2017 no presentan la situación financiera de la compañía, la Contraloría General de la República emitió opinión negativa sobre los mismos y glosó la cifra de $48.000 millones que la empresa presentó como utilidad a cierre del año pasado y los resultados de las operaciones de ese año.

Luego de realizar una auditoría, la Contraloría determinó que las actividades de Reficar para dar cumplimiento a las acciones de mejora propuestas por el ente para contrarrestar las causas de los hallazgos de vigencias anteriores, no fueron efectivas.

La Contraloría concluyó que el estado de situación financiera de Reficar al cierre de 2017 sigue presentando incorrecciones materiales en las cuentas de propiedad, planta y equipo, derivadas de la sobreestimación del valor de los activos durante la ejecución del Proyecto de Modernización de la Refinería en una cuantía de $2.976 millones (cifra actualizada al 31 de diciembre de 2017, con una TRM de $2.984).

El órgano de control también determinó que en el cálculo del impairment (prueba del deterioro de los activos) 'se evidencia un posible sesgo de la dirección de la empresa, entendido como falta de neutralidad en la preparación de la información'.

Establece que Reficar no pudo demostrar su capacidad para proyectar sus flujos de efectivo en el largo plazo. 'Se proponen supuestos de mejoramiento a partir del 2030, cuando las referencias indicativas propuestas distan mucho de lo que ha pasado históricamente en la industria de refinación', señala el informe.