El respeto y la confianza, sumados a un comportamiento profesional por parte de los miembros de la familia que trabajan en la empresa, son clave para que las empresas familiares alcancen el éxito, así lo aseguró el presidente del Family Council Wealth, Raúl Serebrenik.
'El reto que tienen los empresarios es mantener la empresa sana, saludable y en crecimiento', indicó Serebrenik, quien participó como conferencista en el foro sobre empresas familiares realizado ayer en Barranquilla.
El experto dijo que entre los aspectos que impactan el buen funcionamiento de las empresas familiares, están la pérdida de respeto y la falta de diferenciación entre la empresa y la familia. 'Esto lleva a unas dinámicas perversas y hace que las decisiones que se
tomen no sean objetivas y que no se tomen con la cabeza, sino con el corazón', señaló.
Frente a esta situación se deben establecer reglas y velar por que se cumplan, lo que genera respeto y confianza. Es importante además formalizar los sistemas y procesos en la medida de las necesidades de la empresa.
El experto dijo que se deben diferenciar los factores que afectan solo a las empresas familiares, pues hay unos que son genéricos e inherentes al mercado, por lo que no tienen relación con la naturaleza de la empresa, como tener productos poco competitivos con bajo valor agregado, entre otros.
De acuerdo con el director de la Unidad de Gestión Familiar de Price Waterhouse Coopers en Colombia, Wilson Herrera Robles, la tasa de fracaso de las empresas familiares en Colombia es muy similar a la de otros países, ya que en muchos casos no se logra superar el paso de la primera a la segunda generación o de esta a la tercera.
Aseguró que las razones por las cuales las empresas familiares fracasan están relacionadas con la organización y en especial en tres aspectos que son: la sucesión y preparación de las nuevas generaciones, la gestión del patrimonio familiar y alinear los objetivos de la empresa familiar con los de la familia.
'El principal reto que tienen las empresas familiares es tener una estructura adecuada y determinar en forma adecuada y oportuna la formación de las nuevas generaciones y el esquema de sucesión para hacer un tránsito exitoso de la primera a la segunda generación', agregó.