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Según la Cepal, de las 288 universidades del país, 176 tienen en su oferta programas que permiten la formación de los estudiantes en computación, ingeniería eléctrica o sistemas de información, y hay 13 programas doctorales en estas áreas. En Colombia persiste una brecha en los programas de educación superior para el manejo de la innovación tecnológica.

Alexander Villarraga, director Observatorio de Educación de Uninorte, señala que en el frente educativo los retos son múltiples, y para desarrollar el nivel de la formación universitaria y de alto nivel hay que fortalecer la calidad de la educación básica y media. Asimismo, se debe atraer a más estudiantes para los programas de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas.

'Avanzar en términos de la calidad en programas de formación para el desarrollo de nuevas tecnologías, en cualquier campo, requiere de recursos financieros importantes, tanto del sector público como del privado y es una realidad en Latinoamérica que los mismos son muy bajos en comparación con aquellos países fuertes en este campo', agrega.

El Ministerio de Educación cuenta con el programa Colombia Científica, que a través de los componentes de 'Pasaporte a la ciencia' y 'Ecosistema científico' busca formar jóvenes en las mejores universidades y centros de investigación del mundo e invertir en proyectos de ciencia y tecnología. El presupuesto del programa es de $160 mil millones para proyectos de investigación y $74 mil millones para financiar estudios de maestrías y doctorados. Sin embargo, no existen iniciativas para disminuir las brechas en la oferta educativa de programas de formación en ciencia y tecnología.

Según el Ministerio de las TIC se pretende que al finalizar 2018 el déficit de profesionales formados en carreras de tecnologías de información pase de 93.431 a 35.504. Además, se busca que la inversión en ciencia, tecnología e investigación llegue a ser por lo menos del 1% como porcentaje del PIB para este año.

'Es necesario avanzar en la formación de capital humano de muy alto nivel que permita adelantar actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i); igualmente importante es la formación que haga viable la adopción de nuevos desarrollos en los procesos productivos. Es fundamental promover la participación del sector productivo en actividades de I+D+i', dice Villarraga.