Eduardo Villar Borrero, presidente de la Fundación Grupo Social, dijo ayer que uno de los grandes desafíos que tiene como cabeza de este grupo empresarial es poder contribuir al cambio que necesita el país para alcanzar una 'Nación más justa, productiva y en paz'.
'Queremos ser testimonio real, con nuestros proyectos en comunidades excluidas, y desde las acciones de nuestras empresas generar un cambio nacional por el bien común. Apoyamos proyectos en comunidades como Cartagena con nuestro modelos para generar sostenibilidad y desarrollo', dijo Villar Borrero.
Esta visión ha sido desde el 1 de enero de 1911 cuando José María Campoamor, sacerdote de la Compañía de Jesús fundó en Bogotá el Círculo de Obreros de San Francisco Javier que hoy es la Fundación Grupo Social.
Esta organización está al frente de 10 compañías, entre las cuales está el banco Caja Social. Este reportó en 2018, a través de ese enfoque de servicios para ofrecer soluciones a los colombianos, que por cada 10 créditos aprobados seis fueron para comprar vivienda de interés social; mientras que el promedio del sistema nacional es de 3.
La Fundación además comparte propiedad con aliados en otras tres empresas, y tiene participación en otras siete organizaciones de servicios, banca y atención en salud. 'Somos una obra social que es un grupo empresarial', dijo Villar Borrero.
Los activos del grupo son de unos $17 billones; del total de los ahorros depositados en el banco, el 63,1% corresponde a saldos individuales inferiores a $182,2 millones, el 78% de los clientes recibe menos de dos salarios mínimos o son microempresarios.
'La banca del país tiene mucho que profundizar. Estamos innovando en ofrecer servicios buscando solucionar problemáticas y actuar de manera eficiente dentro de la economía de mercado', dijo Villar.