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Karla Alba Vargas cuenta que desde niña ha soñado en que el mijo (millo), cereal que se cultiva en su natal Juan de Acosta, debe ser el anzuelo para atraer al campo a los jóvenes y futuras generaciones. Y una forma de atraerlo, dice la estudiante de Ingenería Agroindustrial de la Universidad del Atlántico, es generando transformación y productos derivados.

'No solo se debe conocerse el millo porque está en la alegría (comestible preparado por palenqueras), bollos o para hacer la flauta; por eso estamos desarrollando la primera cerveza artesanal a base de este cereal que tiene azúcares para fermentar y en el proceso ha dado un buen sabor', dice Alba Vargas.

Su iniciativa, que apunta a emprendimiento, es desarrollada junto a los también estudiantes Walter Machacón, Alicia Menco y Daniela Acosta y fue presentado ayer durante el VI Encuentro de Agroindustria e Innovación Agroingenio en el centro de convenciones de la Universidad del Atlántico.

La cerveza está en la etapa de encontrar los ajustes de maduración, modificación y características.

'Es una propuesta que le veo un elemento que puede diversificar el mercado, no para competir con las grandes, sino como un producto diferente autóctono', dice Yair García Pacheco, docente del programa de Ingeniería de Agroindustria.

El proyecto de investigación fue además seleccionado por Focav para recibir apoyo en formación e insumos para continuar la etapa de consolidación de la propuesta. Además para la Gobernación del Atlántico y Focav es un producto con potencial exportador.

Martha Guevara Quintero, directora de Agrosavia, participante en el evento dijo que uno de los desafíos que tiene el agro es poder integrar el Sistema Nacional de Innovación Agropecuaria con sus componentes de investigación, extensión y formación y con un diagnóstico que tiene 10 aspectos entre los que están el cambio climático, la escasez de modelos productivos, deficiente calidad e inocuidad de los productos y pérdida de sostenibilidad.

La producción de bienes sembrados del campo en el Atlántico en 2018 fue de 249.230 toneladas, que es el 0,45% de la producción del país: 55.705.741 toneladas), indica el Ministerio de Agricultura. La yuca, el mango y el limón encabezan las producciones.

'Es por eso que necesitamos que se dé a conocer todas estas iniciativas agroindustriales que surgen del millo', dice Lourdes Meriño, Doctora en Ingeniera Química y docente de la Uniatlántico.

Karla Alba agrega que la pérdida de valor del millo es otro reto en la producción de Juan de Acosta. 'Hoy solo se utiliza para alimentar animales y humana con sus dos variables: el cuarentana y el criollo. Un kilo se paga a $1.200 y en cosecha a $700'.