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La dramática reducción de las áreas sembradas y la producción de cultivos como el algodón y el sorgo, que tradicionalmente impulsaron el crecimiento del agro en la Costa Caribe, pone en amenaza su supervivencia en el tiempo. Junto a ellos, hay varias especies de frutas y árboles maderables de la región que están en riesgo de desaparecer.

No hay una sola razón que explique los cambios que se han presentado en el panorama del sector agrícola en la Costa Caribe, pues van desde el aspecto económico hasta el fitosanitario.

Jaime Cárdenas López, subgerente de Protección Vegetal del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), explicó que en general las variaciones climáticas y el cambio en los patrones de comportamiento de las lluvias pueden generar cambios en las actividades de los productores del campo, reemplazando un cultivo por otro. 'También está el tema propio de la dinámica comercial de la agricultura, que tiene que ver con la oferta y la demanda', indicó.

Martha Ligia Guevara Quintero, directora del Centro de Investigación Caribia de Agrosavia, aseguró que son varios los cultivos tradicionales que se han dejado de sembrar en la Costa Caribe, y que cada vez son menos frecuentes en el paisaje, los mercados, las mesas y las preparaciones regionales.

'Ejemplos de estos productos son la guinda, la ciruela campechana, el mamey, el caimito, el níspero, el sorgo, el millo, el ajonjolí, el maní, el fríjol guandul, la grosella y el icaco', señaló.

Indicó que otros cultivos que se encuentran amenazados y en peligro de extinción son algunos maderables, en los que Agrosavia Caribia trabaja en la conservación, como son macondo, carreto, nazareno, teca, samán o campano, roble, guayacán, ebano, ceiba roja y solera.

'No se puede dejar de mencionar que actualmente hay cultivos comerciales que están reduciendo las áreas sembradas por problemas fitosanitarios. Es el caso de la palma de aceite por la pudrición de cogollo y algunos cultivares de cítricos por HLB (Dragón Amarillo)', dijo la experta. Señaló que Agrosavia trabaja en el desarrollo de un paquete tecnológico para el manejo y control del insecto vector del HLB, que incluye el control biológico.

El subgerente de Protección Vegetal del ICA dijo que en la región hay seis departamentos que tienen focos o presencia del HLB, que afecta los cítricos, donde se trabaja con los pequeños productores para que siembren árboles indexados que estén libres de la bacteria.