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El emprendimiento en Colombia atraviesa un periodo de auge, según los expertos. El último reporte del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), la red de investigación en emprendimiento más grande del mundo, el país muestra señales de estar logrando consolidar una cultura emprendedora: el 68% de los adultos considera que es una opción de carrera deseable; y solo un 28% ve el fracaso como un obstáculo para desarrollar una idea de negocio; a nivel global la cifra está en 41%.

Además, la actividad emprendedora ha recibido un respaldo por parte del Gobierno nacional, que lo ha establecido como una de sus estrategias principales para el desarrollo económico y social del país. De acuerdo con Eduardo Gómez, director del Centro de Emprendimiento de Uninorte, explica que en los últimos tres años la consolidación de empresarios establecidos ha mostrado un crecimiento que le ha permitido a las empresas llegar a su etapa de persistencia y madurez.

La tasa de éxito de los empresarios nacionales establecidos, según GEM, es decir aquellas personas que han estado al frente de su actividad empresarial por más de 3,5 años y que pagan salarios, está en 8,7%; hace tres años la tasa era de 5,2%.

'Los colombianos perciben que tienen las capacidades necesarias para emprender y para observar las oportunidades del mercado, con un 69% y un 52%, respectivamente. Igualmente, al analizar los motivos para emprender, se observa una consolidación de la adopción de oportunidades para desarrollar emprendimientos, en contraposición, con la baja incidencia de la necesidad para crear los mismos', agrega Gómez.

Mariangela López, coordinadora de la maestría en Mercadeo de la Escuela de Negocios de Uninorte, llama la atención sobre algunos aspectos que hay que tener en cuenta para mejorar la cultura emprendedora del país: la baja capacidad de generación de nuevos productos o servicios, el aumento de la competencia y la baja penetración en los mercados extranjeros por parte de los emprendedores.

'En Colombia el emprendimiento está en una etapa de trasformación y consolidación. Por un lado, jalonado por el optimismo de las personas hacia la creación y la valoración que tienen de las empresas en la sociedad, lo cual promueve una cultura hacia el emprendimiento. Por otro lado, se comienza a observar una consolidación del tejido empresarial, que debe comenzar a volcar su mirada hacia sectores más productivos, de mayor empleo, ingresos e innovación, que permitiría lograr que el crecimiento económico sea jalonado por el emprendimiento', dice López.

Además, la vocación exportadora ha disminuido de forma drástica, actualmente un 60% de los emprendedores no tiene clientes en el exterior; cifra tres veces mayor a la de 2014. Nueve de cada 10 emprendedores, tanto nuevos como establecidos, tiene menos del 25% de sus clientes en el exterior.

En el país los emprendimientos fracasan principalmente por la poca planeación financiera. Pero el principal reto de los nuevos empresarios está en agregarle valor a los productos y servicios que ofrecen. ¿Cómo hacerlo? El profesor Gómez explica que, en términos económicos, la creación de valor se entiende desde dos ópticas. 

'La primera, se relaciona con los que necesitan, reciben y deciden comprar el valor, es decir los clientes, los cuales captan el valor porque les soluciona un problema y les suple una necesidad. La segunda proviene desde quienes crean y proporcionan el valor, los que gestionan la innovación en los mercados, concretamente los  emprendedores, los cuales también captan valor a través de la venta', añade Gómez.

Si anteriormente se pensaba que la propiedad privada era el factor fundamental para crear valor, en las últimas décadas hemos visto cómo esta idea ha evolucionado. Ahora vemos empresas de transporte, domicilios, envío de mercancías, ente otras, que no cuentan con activos pero han tenido éxito porque innovan en la forma como interactúan con los clientes, y así han cambiado el modelo de negocio.

Otra opción que ha mostrado buenos resultados para innovar en los emprendimientos, es hacerlo desde modelos de cooperación entre empresas para generar innovación. Es lo que se conoce como modelos CO (co-crear, co-trabajar, cooperar, colaborar y compartir), que han venido cobrando fuerza a nivel mundial y se proyectan como opciones acordes con las tendencias y necesidades de los mercados.

'Estos modelos se convierten en un desafío para los sectores públicos y privados, debido a que no se habían contemplado como una posibilidad clara en términos de innovación en modelos de negocios. Esta forma de trabajo CO ofrece una visión colectiva de trabajo en común para dar soluciones a necesidades desde diferentes ópticas, aportando cada una desde su experticia en una solución colectiva de amplio impacto social, económico, etc. Se trata de generar propuestas transformacionales abordadas desde múltiples disciplinas', dice López.

Por supuesto que este tipo de modelos tiene sus riesgos, como el de compartir información e ideas con la competencia, por lo que generar confianza es la clave para la coinnovación. Lo cierto es que la complejidad de algunos sectores demanda cambios importantes y los modelos CO pueden ser una alternativa que responda a los desafíos de innovación, siempre y cuando se realicen las acciones necesarias que garanticen un buen diseño e implantación de estos modelos.

¿Dónde emprenden?

Principalmente en el sector de servicios de acomodación y de alimentación, seguido del sector de manufacturas y de consumo, específicamente el sector retail. Eduardo Gómez dice que la innovación está motivada a la obtención de un producto que tenga poca competencia en el mercado y represente una novedad para el mercado.

Análisis | Coinnovación para crecer

La coinnovación se ha convertido en una opción para lograr y fortalecer el éxito de los emprendimientos, debido a que reduce los costos y facilita los procesos de innovación. Reduce costos debido que el uso y pago del espacio de trabajo es compartido entre todos los emprendedores y empresas que lo utilizan, reduciendo notablemente el precio final que cada miembro asume por tener un espacio para innovar. Y facilita los procesos de innovación, porque en esos espacios se genera el ambiente adecuado para trabajar conjuntamente; encuentras en un mismo lugar capital humano diverso que cruzan conocimiento que facilita la generación y robustecimiento de ideas. El aprendizaje es tan significativo que seguramente permite avanzar más rápido que trabajando solos. La idea de la coinnovación es juntar gente diferente para colaborar, aprender, compartir y trabajar entre todos con el fin de fortalecer la perspectiva de cada uno en sus iniciativas innovadoras.

Eduardo Gómez, profesor Escuela de Negocios, Uninorte.