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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump respondió a los aranceles impuestos por China con una nueva ronda de gravámenes en retaliación. 

Tras haber prometido que respondería, Trump denunció en Twitter la 'injusta relación comercial' y anunció que subía de un 10 a un 15% los aranceles a bienes chinos por 300.000 millones de dólares a partir del 1º de septiembre y aumentando de 25% a 30% los impuestos a otro grupo de importaciones valoradas en 250.000 millones de dólares en octubre.

China anunció su intención de imponer nuevos aranceles a bienes importados de Estados Unidos con un valor comercial de 75.000 millones de dólares, en respuesta a las tasas aduaneras adicionales que prevé instaurar Washington próximamente.

Estas tarifas adicionales evolucionarán en un intervalo de entre el 5 y 10 % y se aplicarán a 5.078 productos estadounidenses en dos fases –el 1 de septiembre y el 15 de diciembre–, precisaron las autoridades chinas encargadas de los derechos de aduana.

Pekín también anunció que impondrá gravámenes de un 25% a los automóviles procedentes de Estados Unidos y un 5% a las piezas sueltas a partir del 15 de diciembre.

Trump replicó y dijo que 'se les ordena' a las empresas estadounidenses 'que empiecen a buscar inmediatamente alternativas a China', sin explicitar qué mecanismo puede usar un presidente para impedir a las empresas comerciar con Pekín. 

'Francamente no necesitamos a China y estaríamos mejor sin ellos', dijo en una diatriba de tuits en los que criticó al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell por sus desacuerdos en política monetaria preguntándose quién es el 'mayor enemigo' de Estados Unidos, el jefe del emisor o el presidente chino Xi Jinping.

En un momento en que el Fondo Monetario Internacional recortó sus previsiones para el crecimiento mundial por la incertidumbre comercial, en su discurso anual ante la convención de bancos centrales en Jackson Hole, Powell advirtió sobre 'riesgos significativos' en el horizonte.

Las cosas reaccionaron con nerviosismo al anunció de China y Wall Street abrió en rojo y profundizó las pérdidas después del anuncio de Trump. Al cierre de la jornada el Dow Jones perdió 600 puntos equivalentes a un 2,4% y el Nasdaq cedió 3%. 

El petróleo WTI, que también será gravado con aranceles, perdió 2,1% en el mercado de Nueva York.

Trump impuso aranceles a bienes importados del gigante asiático con un valor comercial de 250.000 millones de dólares, y aplicará tarifas aduaneras adicionales sobre productos chinos por un valor total de 300.000 millones de dólares, en dos nuevas rondas: el 1 de septiembre y el 15 de diciembre.

El incremento de las tarifas por parte de Washington 'ha llevado a una continua escalada de las fricciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos, violando el consenso alcanzado por los dos jefes de Estado en Argentina y en Osaka', afirmó en un comunicado la oficina de la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino. 

El reto de mantener la economía estable

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, prometió este viernes actuar para mantener el crecimiento de la economía, pero advirtió que no tiene un manual frente a la incertidumbre por las tensiones comerciales e inmediatamente fue criticado por Donald Trump.

En un discurso en la convención anual de bancos centrales en Jackson Hole, en el estado de Wyoming, Powell se mantuvo optimista sobre el futuro de la economía estadounidense, pese a que señaló que hay 'riesgos significativos' por el deterioro de crecimiento global. El banco central de Estados Unidos recortó el mes pasado por primera vez en casi una década la tasa de interés, en parte debido al impacto de la incertidumbre comercial.