Compartir:

Tras cerrar su operación en Barranquilla luego de acatar la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio, Uber se pronunció este jueves y recalcó que no es una empresa de transporte y por ende, no podría constituirse como empresa de este sector.

'Las reglas del sector transporte fueron emitidas en los años 90, cuando no existía este tipo de tecnología y no podían predecir la llegada de modelos disruptivos como Uber e incorporarlos en su definición. Nos encontramos, entonces, ante el desafío de modernizar esos marcos jurídicos y adaptarlos a estas nuevas realidades', subrayó la empresa a través de un comunicado.

Asimismo expresó que es una plataforma tecnológica que actúa bajo el principio de neutralidad de red, y como tal es legal. Señal de esto es que recauda y paga IVA, según lo reglamentado por el Gobierno para los prestadores de servicios desde el exterior (Ley 1819 de 2016, definido por la Dirección de Aduanas Nacionales mediante la Resolución 51 de 2018).

'Ningún servicio ilegal paga IVA, ni el Estado debería recibir tributos de actividades que considera ilegales. Todos los socios conductores y usuarios descargan la aplicación de Uber para acceder a lo que se ofrece a través de la plataforma. Nuestro rol como Uber es prestar ese servicio tecnológico que da acceso a la trazabilidad de los viajes, la verificación de antecedentes de socios conductores por firma especializada, flexibilidad en los métodos de pago, calificación en ambas direcciones, e incluso una conexión entre el socio conductor y el usuario para la recuperación de objetos perdidos, aún si ha terminado el viaje', añadió la plataforma.

En este sentido, Uber insistió en que no presta servicios de transporte público individual de pasajeros tipo taxi. 'Los taxis deben pagar por afiliación a una empresa privada de transporte. Los socios conductores registrados en la aplicación de Uber, por su parte, pagan una tasa de servicio que cobra Uber por el uso del servicio tecnológico suministrado por la plataforma. El negocio de Uber, y de donde genera sus ingresos, es por el servicio tecnológico de la aplicación, no por el servicio de movilidad. Uber no presta un servicio de transporte'.

Por último, mencionó que la Ocde señala que los taxis y las aplicaciones de movilidad colaborativa son servicios diferentes que se complementan. 'Otros países miembros de la OCDE han trabajado por desarrollar e implementar políticas públicas que velen por proteger los derechos de los consumidores, especialmente su derecho a escoger entre las alternativas de movilidad disponibles en su ciudad. Uber adelanta sus actividades bajo el marco normativo aplicable y continúa su llamado para #UnaSoluciónParaUberYa'.