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La histórica caída de los precios del petróleo y el temor a un freno generalizado de la economía por el coronavirus arrastraron este lunes las bolsas a una jornada negra, con importantes caídas en índices de todo el mundo.

'La epidemia contaminó la atmósfera de los mercados. Con las bolsas europeas y estadounidenses cayendo y el hundimiento del precio del petróleo, la epidemia es un catalizador' de la debilidad y las 'contradicciones' de la economía mundial, dijo Shen Zhengyang, un analista de Northeast Securities.

'El riesgo de recesión mundial aumentó (...) Un retroceso prolongado del consumo, además del cierre prolongado de las empresas, atacaría los beneficios, conduciría a suprimir empleos y pesaría en el ánimo' de los actores económicos, apuntan por su parte los analistas de Moody's.  

El petróleo sufrió este lunes una caída de cerca del 30% en Asia, la más importante desde la Guerra del Golfo de 1991, consecuencia de la decisión de Arabia Saudita de rebajar drásticamente sus precios tras el fracaso la semana pasada de sus negociaciones con Rusia.

'La caída de un 30% del precio del petróleo no tiene precedentes y está provocando una gran onda de choque en los mercados financieros', dijo Margaret Yang, una analista de CMC Markets. 

Las consecuencias se propagaron este lunes a las bolsas mundiales, ya muy afectadas en las últimas semanas.

Los índices europeos abrieron en rojo, de París a Londres, pasando por Milán. En la capital financiera de Italia, aislada para intentar frenar la propagación del nuevo coronavirus, el principal índice perdió más de un 8% poco después de la apertura.

Hacia las 10H30 GMT, el Dax de Fráncfort perdía más de un 6%, igual el Ibex-35 español y el CAC-40 de París. Por su parte el FTSE-100 de Londres rozaba pérdidas del 7%.

La bolsa de Tokio también se vio afectada, en particular por el aumento del valor del yen, que afecta negativamente a las exportaciones, y el Nikkei cerró con una caída del 5,07%, un récord desde febrero de 2018.

Las bolsas chinas también terminaron a la baja, igual que las del Golfo.

En Riad, la bolsa perdía cerca de un 8% a media jornada y las acciones de Saudi Aramco –-la petrolera nacional saudita que produce 9 millones de barriles al día-– continuaba hundiéndose. En dos días su valorización bursátil perdió unos 320.000 millones de dólares. 

Los mercados temen ahora una crisis de la economía real, a medida que la epidemia de coronavirus afecta a las cadenas de producción de todo el planeta, obliga a cancelar vuelos y eventos profesionales y hace caer el turismo.

La caída en las bolsas podría además provocar dificultades de financiación para la economía real, como ya ocurrió en la crisis financiera de 2008.

En Europa, el impacto del coronavirus sobre el crecimiento de la economía francesa será de 'varias décimas de punto' del Producto Interior Bruto (PIB), advirtió el lunes el ministro de Economía Bruno Le Maire.

Alemania, que según los economistas es uno de los países más vulnerables por su economía, muy dependiente de las exportaciones, anunció varias medidas de apoyo pero no tan drásticas como esperaban los observadores.

Por su parte Japón parece dirigirse a la recesión, definida como una contracción del PIB durante al menos dos trimestres seguidos. Si se confirma sería la primera desde 2015.