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Integrado dentro de un paquete de medidas avaladas por el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Salud para la contención del coronavirus en Colombia, el teletrabajo se abre paso ante la opinión pública en medio de la incertidumbre sobre su viabilidad en el sector productivo público y privado.

El teletrabajo se define, según Claudia Núñez, directora de Apropiación de TIC en el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, como el desempeño de actividades remuneradas utilizando el soporte de las TIC, siempre y cuando las actividades o funciones sean susceptibles de las instalaciones físicas gracias a la tecnología.

Esta condición sería el primer factor de recelo para su aplicación en las empresas, ya que se trata de una alternativa que aplica, según Núñez, para los sectores de servicio, industria y comercio. Solo un pequeño porcentaje de los trabajadores cumplen funciones ‘teletrabajables’.

Víctor Solano, periodista, consultor en reputación y analista TIC, ve esta recomendación del gobierno como 'una oportunidad para el sector productivo'.

Solano explicó que pese a la circunstancia 'muy pocas empresas han pellizcado en este sector'. Según él, existen alrededor de 150 mil teletrabajadores en toda Colombia, 'una cifra bastante baja teniendo en cuenta que el sector de servicios tiene un potencial enorme'.

Si bien es una medida de contingencia ante el acontecer nacional por el Covid-19 en el país, Víctor Solano considera que es una 'muy buena opción para el país'y que, además, se debe ir 'más allá y ver a esto como un plan piloto'.

'Ahora viene una etapa de transición, de prueba y error, donde se pone a prueba la confianza y la relación entre empleados y empleadores', dijo. Agregó que es un modelo que también ayuda a las ciudades en términos de movilidad, salud pública y economía personal.

Claudia Núñez, considera por su parte, que además de contribuir a la calidad de vida de los trabajadores en cuanto a transporte público, 'ante los eventos del Covid-19 también es una medida efectiva para controlar su propagación'.

A su vez, las empresas que aplican esta modalidad de trabajo observan una reducción de costos fijos y aumentos en la producción de los trabajadores, según Núñez.

Para la funcionaria pública, otro de los retos de la adaptación del teletrabajo es el miedo que existe entre el empresario de que sus trabajadores 'bajen su rendimiento y su productividad', aunque esto se 'espanta' si la empresa elabora una hoja de ruta de trabajo clara con objetivos precisos al tiempo que selecciona a los candidatos idóneos.

Para Víctor Solano los principales retos para la adopción de esta modalidad están detrás de la'cultura'.

'La familia debe entender que la mamá o el papá van a estar en la casa teletrabajando y no lo estarán de vacaciones, y por supuesto se necesita de un nivel de disciplina y compromiso alto de todos los involucrados', sostuvo el experto en este tipo de estrategias.