La paralización de las operaciones a raíz de la cuarentena nacional para mitigar el avance del Covid-19 en Colombia es un factor que ensombrece las perspectivas económicas de cualquier sector en el primer trimestre del 2020.
Por su parte, la industria acerera del país, que se ha acoplado casi en su totalidad a la medida de cuarentena y al resto de recomendaciones sanitarias, mira con preocupación una extensión del período de cuarentena nacional.
'El sector acero es un sector de volumen, tienes que vender mucho para hacer plata. En ese sentido es muy preocupante que nuestro sector tiene una liquidez para máximo dos meses si esto se prolonga mas de mes y medio ya empieza a ser preocupante', señaló a EL HERALDO, Andrés Ramírez, director de la Cámara Colombiana de Acero (CamAcero).
El flujo de caja de las empresas actualmente es para priorizar los pagos de nóminas, bonos o las vacaciones colectivas de los empleados, según lo explica Ramírez. El directivo agregó que espera próximamente elevar una propuesta al Gobierno nacional que busque aliviar un poco la liquidez monetaria de las grandes empresas.
'Las empresas grandes que mueven al país también necesitan paquetes económicos que suavicen la liquidez financiera tan difícil que vamos a enfrentar ya que seguiremos pagando nuestras contribuciones', atestiguó el director de CamAcero, al tiempo que pide 'un poco más de claridad en las políticas bancarias para las empresas y obviamente para las personas que están detrás de las empresas'.
Operaciones en pausa
Tal como lo anunciaron en un comunicado, algunas operaciones de la industria acerera continuará con sus labores productivas durante la cuarentena debido a la naturaleza de sus complejos industriales que requiere, en algunos casos, mantener operaciones y el mantenimiento de maquinaria.
La inmensa mayoría de los operarios en plantes se han marchado a sus casas de vacaciones y en las distintas empresas lo que se ha organizado es el personal dedicado al comercio exterior, ya que es un sector de la economía que importa mensualmente 190 mil toneladas de acero, según cifras entregadas por Andrés Ramírez.
'El sector tiene que importar su materia de destinos que están a uno, dos o hasta tres meses de distancia. Si viene de China, lo que está llegando hoy día es lo que se pidió hace tres meses', señaló Ramírez.
Empresas del sector como Acesco, con 700 empleados, decidió permanecer con 35 en planta con los pertinentes equipos de seguridad y salubridad y con 100 trabajando desde la casa.
Otras firmas que también están presentes en la Costa Caribe son Sigma, quien envió a 150 en vacaciones, manteniendo unos pocos en mantenimiento; Steckerl, que envió a todo su personal de planta a casa, mientras que el área administrativa continúa bajo teletrabajo; Corpacero, que envió a todo su personal a vacaciones colectivas y sólo conserva en planta a pocos trabajadores para hacerle mantenimiento a equipos que no se pueden apagar. Esta última estrategia también la aplicó la firma Almasa con la excepción de que controlan remotamente los equipos que no se pueden apagar.
Otra de las excepciones que permite el decreto para continuar operando es que las firmas puedan suministrar material a obras que estén en un avance en el que necesiten materiales para un reforzamiento estructural, pero éste no es un caso de la Costa Atlántica. 'Si lo vemos el lado de la infraestructura casi todos los proyectos de carreteras 4g están terminados, el Pumarejo está culminado. No hay obras como un puente o un túnel porque además, la Costa no tiene necesidad de túneles o viaductos por no ser montañoso', dictó Andrés Ramírez.
El director de Camacero estima a que la industria acerera pueda ayudar cada vez más en esta coyuntura nacional. 'Si bien el sector no es de primera necesidad, se vuelve así en la medida en la que el Gobierno nacional o los gobiernos locales necesiten inmobiliario para construir un hospital de emergencia u hospitales de campaña', dijo Ramírez, quien desde su sector le brinda la mano a las autoridades del país para aportar a la causa.