La calificadora de riesgo Fitch Ratings bajó calificación soberana de Colombia a ‘BBB-’ desde ‘BBB’, mientras que mantuvo la perspectiva negativa.
De acuerdo con la firma, esta decisión refleja el probable debilitamiento de las métricas fiscales clave a raíz de la recesión económica causada por la combinación de factores como la fuerte caída en el precio del petróleo y los esfuerzos para combatir el coronavirus.
Fitch espera una contracción moderada de la economía colombiana en un 0,5% en 2020,que será impulsada por una desaceleración significativa en la demanda interna y las exportaciones de petróleo, seguida de una modesta recuperación del 2,3% en 2021.
Señala que el aumento en la carga de la deuda en los últimos años y la caída esperada los ingresos fiscales han dejado al gobierno con menos espacio fiscal para contrarrestar los choques económicos.
La Perspectiva negativa refleja los riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento económico y finanzas públicas, y para la capacidad y calidad de la respuesta política del gobierno para reducir decisivamente los déficits y estabilizar la deuda en los próximos años, dada la magnitud del shock.
Prevé que la recesión y la caída del precio del petróleo afectarán negativamente los ingresos del Gobierno nacional, mientras que el paquete fiscal anunciado por el gobierno (1,4% del PIB hasta la fecha) aumentará el gasto público.
'Sin embargo, el gobierno ha anunciado su intención de utilizar fondos del gobierno en la FAE (estabilización fondo) y FONPET (un sector público local y un fondo de pensiones del gobierno regional) para financiar el mayor gasto. Como resultado, Fitch espera que el déficit del gobierno central se amplíe al 4.5% del PIB en 2020, frente al 2.5% del PIB en 2019', indica el informe.
Se espera además, que la deuda del gobierno general sobre PIB aumente por encima del 50%, frente al 44% en 2019 (y muy por encima del 30% del PIB en 2013 cuando se actualizó la calificación de Colombia a BBB), en parte debido a la fuerte depreciación del peso colombiano (la deuda en moneda extranjera representaba más del 30% del total al cierre de 2019).
