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Nicolás Isa es abogado, Geraldino León y William Buitrago son comerciantes. Los tres tienen en común que pagan arriendos en Barranquilla, obligación sobre la que están tratando de llegar acuerdos y alivios para los próximos meses con los propietarios e inmobiliarias, como lo sugirió el Decreto 579 de 2020, en medio de la pandemia por la COVID-19.

Después de dos meses (abril y mayo) en los que los ingresos de negocios y familias se desplomaron, los tres se preguntan '¿con qué argumentos intentamos conciliar con el dueño del local? No tememos caja, el comercio cerrado y avistando una apertura inteligente en la que solo se podría abrir para atender un 35% de público'.

En una muestra de contratos de arrendamientos al 30 de abril, Fedelonjas encontró que el 24% de los inmuebles residenciales no había pagado ese mes. 'Esto te dice que el 76% sí lo hizo y que el negocio de arrendamiento de viviendas no está mal. Con inmuebles comerciales sí encontramos que el 49% no ha pagado abril. Lo cual no significa que no se estén llegando a acuerdos. Abril y mayo serán meses históricos como los peores en que toca fondo la crisis', afirmó Sandra Carbonell, directora ejecutiva de La Lonja de Propiedad Raíz en Barranquilla.

Isa vive en el norte de la ciudad, en un apartamento estrato cinco, paga $1.2 millones cada mes y por la cuota de administración de un apartamento, cancela $300 mil. Reconoce que sus ahorros por la actividad de litigar y la especialidad de abogado administrativo se agotaron. 'Los juzgados están cerrados, hace más de dos meses que no aporto en mi hogar. Mi esposa trabaja en una empresa de servicios financieros, le bajaron el sueldo, y nos hemos bandeado. Tengo una hija de seis años que es prioridad, por ejemplo, en su alimentación. Hoy estoy asfixiado, aunque estoy al día en el pago, pero lo que pedimos es que se pague escalonadamente, que no nos cobren los meses venideros durante tres meses y diferirlo a un tiempo determinado'.