Analistas y expertos aseguran que hay que esperar cierto tiempo para poder ver el efecto que tendrá sobre la economía la decisión del Banco de la República de bajar a un mínimo histórico la tasa de intervención (2,75%).
Señalan que la transmisión de la reducción de la tasa de intervención a las de los créditos del sector financiero toma al menos seis meses en circunstancias normales.
Si bien ya han comenzado a evidenciarse algunas rebajas en las tasas, este efecto será más visible en la segunda mitad del año, lo que ayudará a los hogares y empresas a acceder a créditos más baratos.
La Superfinanciera certificó que en junio el interés bancario corriente efectivo anual (crédito de consumo y ordinario) será de 18,12% lo que muestra una reducción de 7 puntos básicos frente a mayo, mientras que la tasa de usura bajó en 11 puntos básicos y se ubicó en 27,18%.
Carolina Monzón, jefe de análisis económico de Banco Itaú aseguró que el Banco de la República completa un recorte de 150 puntos básicos en la tasa a lo largo de tres anuncios de la Junta Directiva.
'Con esto, la tasa de intervención se ubica en el 2,75% un nuevo mínimo histórico en el esquema de inflación objetivo. Dicho estímulo monetario tiene como objetivo contener el impacto negativo en la actividad, tal como se ha venido ejecutando en otros bancos centrales de la región', señaló.
Aseguró que estos esfuerzos reflejan el interés del Banco Central por afrontar la situación generada por la llegada de la pandemia y la caída en los precios del petróleo y recordó que el Emisor ha recalcado que el proceso de trasmisión de la política monetaria a otras tasas de interés tardará un poco más de tiempo, por lo cual, sus efectos se verán de forma moderada y en la medida que se vaya ejecutando la reapertura de la economía.
'Una de las razones por las cuales se retarda el proceso de trasmisión, está ligada al aumento de los niveles de riesgo de crédito', explicó Monzón.
Itaú prevé que aún hay espacio de estímulo monetario, donde nuevos recortes podrían llevar la tasa de intervención hasta el 2% al finalizar el año.
El economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, coincide en que se podría presentar una nueva reducción, en la medida que el efecto de la COVID-19 en la economía está siendo bastante fuerte. 'Consideramos que el Emisor va a hacer un relajamiento de la política monetaria para ayudar a la reactivación postcovid', señaló.
Dijo que el Emisor también va a seguir dando medidas de liquidez para asegurar que las transacciones en la economía se puedan hacer. 'Esto es necesario para ayudar a la economía cuando pase el efecto de la pandemia, para permitir que los recursos prestables sean más baratos, para que los empresarios puedan pensar en volver a invertir y para que los consumidores puedan volverse a endeudar para comprar bienes durables', añadió.
Dijo que en este momento se ve que la tasa de usura ya ha bajado cerca de un punto porcentual, que es lo que ha bajado la tasa del Banrepública y lo mismo el interés corriente.
A su vez, Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, explicó que las tasas de interés del mercado de capitales, de deuda pública y deuda privada tuvieron un impacto muy fuerte al inicio de la pandemia con unos 300 puntos básicos al alza por efectos del riesgo global y la incertidumbre y que solo hasta finales de abril comenzaron a corregir esa desviación, por lo que aún no reflejan plenamente el efecto de la reducción de las tasas del Banco.
'Ha habido una preferencia por la liquidez por parte de muchos agentes de la economía que ha llevado a tener tasas de interés de CDT relativamente altas y esto hace que el costo del fondeo, de las tasas de captación de los bancos no haya reflejado las rebajas de las tasas del Banco Central'.
Al analizar las tasas de colocación se ve que hay diferencias en el desembolso actual de créditos frente a un periodo normal. En el crédito de consumo hay desembolsos muy pequeños para vehículos o libre inversión y los de tarjetas de crédito son un poco más altos. 'Cuando se analizan estos componentes se encuentra que hay rebajas, pero no ha sido mayores en sus promedios'.