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El Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró su previsión sobre el crecimiento de Colombia en este año y señaló que tendría una caída histórica del 7,8%, esta cifra varía en 5,4 puntos porcentuales frente a la contracción que habían proyectado en abril que era de 2,4%.

Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, en rueda de prensa explicó las proyecciones económicas para los países de América Latina y El Caribe. La proyección de crecimiento para Colombia en 2021 mejora y es del 4%.

De acuerdo con ek FMI, Colombia actuó tempranamente para limitar la propagación del virus, pero se prevé que las perturbaciones económicas relacionadas con la pandemia (incluyendo la disminución de los precios del petróleo) den lugar a la primera recesión en dos décadas.

'Tras un flojo primer trimestre, se anticipa que el PIB se contraiga 7,8 por ciento en 2020, pero el crecimiento debería repuntar a 4,0 por ciento en 2021 a medida que la situación sanitaria se estabilice dentro y fuera del país', agrega.

Destaca que el banco central ha recortado las tasas de política monetaria y ha respaldado la liquidez del mercado, y la regla fiscal ha sido suspendida por dos años a fin de contar con la flexibilidad suficiente para afrontar las crisis sanitaria y económica.

Werner indica que América Latina y el Caribe se ha convertido en el nuevo epicentro internacional de la pandemia de COVID-19. 'El costo humano ha sido trágico, con más de 100.000 vidas perdidas. El impacto económico también ha sido profundo'.

La actualización del informe de las Perspectivas de la economía mundial estima que la región se contraerá 9,4% en 2020, cuatro puntos porcentuales más de lo previsto en abril y la peor recesión regional desde que se tienen datos. Para 2021, se prevé una leve recuperación del crecimiento a +3,7%.

Afirma que las tasas de infección y mortalidad per cápita de la pandemia de COVID-19 en la región se están acercando a las registradas en Europa y Estados Unidos; con el número total de casos en América Latina y el Caribe llegando casi al 25% del total mundial.

En este contexto, el Fondo recomienda que los países deberían ser cautelosos a la hora de plantearse la reapertura de sus economías, y permitir que los datos y los conocimientos científicos guíen el proceso.

'De hecho, numerosos países de la región tienen elevados niveles de informalidad y están poco preparados para hacer frente a nuevos brotes de la pandemia, con una elevada ocupación de unidades de cuidados intensivos y escasa capacidad de pruebas y rastreo', agrega

Los datos económicos débiles y los brotes más prolongados de COVID-19 explican las significativas revisiones a la baja de las proyecciones comparado con las realizadas en abril. El crecimiento del primer trimestre fue peor de lo esperado en la mayoría de los países, en tanto que datos económicos disponibles —producción industrial, consumo eléctrico, ventas minoristas y empleo— indican que la caída de la actividad en el segundo trimestre será más pronunciada que lo proyectado en abril.

La rapidez con la que continúa propagándose la pandemia sugiere que las medidas de distanciamiento social tendrán que prolongarse, deprimiendo la actividad económica en el segundo semestre y generando secuelas importantes de cara al futuro.