Catalina Lotero y Felipe Guarín se consideran unos colombianos globales. Su pasión por el diseño y por adquirir nuevas experiencias de vida los llevó fuera de su Barranquilla y su Bogotá de origen, respectivamente, hacia Estados Unidos y a Japón, país donde residen actualmente y en donde tienen la segunda sede de su estudio de diseño Whatever Works.
La expansión de la COVID-19 por los países orientales alertó a los colombianos sobre lo que podía suceder en su país y ante la necesidad de ayudar desde su experiencia decidieron emprender un nuevo proyecto denominado branding humanitario, que se alzó como ganador de un concurso de emprendimiento sobre soluciones para la pandemia abanderado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).
Su concepto se basa es utilizar las etiquetas de los productos con mayor penetración en Colombia para llevar a las comunidades más apartadas datos científicos sobre la pandemia y consejos para el autocuidado. En ese sentido, según su estudio, los productos con un mayor impacto son la leche, el aceite, el arroz, entre otros.
En conversación con EL HERALDO, Lotero y Guarín relatan cómo es vivir la pandemia desde el otro lado del mundo y como la cultura nipona inspiró su emprendimiento social con el que buscan masificar la información científica y consejos sobre la pandemia a toda la población fuera de las urbes.