El área metropolitana de Barranquilla es la octava urbe más competitiva del país, según lo determinó el Índice de Competitividad de Ciudades (ICC) del 2020 que elaboran la Universidad del Rosario y el Consejo Privado de Competitivad (CPC).
El área metropolitana de Barranquilla, conformada para este análisis por la capital del Atlántico y Soledad, obtuvo un puntaje de 5,8 sobre 10 y se ubica por detrás de Cali y Pereira, pero por delante de Popayán, Armenia e inclusive Cartagena, que sale de las diez primeras posiciones
En esta nueva edición del ICC se agregaron otras nueve ciudades capitales y una nueva variable de investigación, por lo cual se hizo un rebalanceo del índice del 2019. Tomando eso en cuenta, el área metropolitana de Barranquilla conservó su octava posición frente al año anterior.
Barranquilla presentó sus mejores comportamientos en dos variables del estudio. La primera es en instituciones, que mide la gestión fiscal, la transparencia, el desempeño administrativo y la seguridad y justicia. En esta variable, la capital del Atlántico obtuvo un resultado de 7,7 sobre 10, ocupando el segundo lugar por detrás de Bogotá.
Según explicó Clara Pardo, coordinadora temática de la Universidad del Rosario este resultado positivo 'está basado en que la ciudad es la segunda en gestión fiscal del país, lo que le permitió avanzar dos posiciones en el tema de capacidad local de recaudo'.
Este resultado tiene más peso sobre otros indicadores de la variable, donde la ciudad no salió tan bien parada como en eficiencia en la justicia y procesos en el SECOP.
En cuanto a la segunda variable, sofisticación y diversificación, que evalúa la diversificación de la canasta exportadora y de los mercados destino, Barranquilla y su área metropolitana se posicionan en la cuarta posición con una valoración de 8 puntos sobre 10.
Sobre los aspectos a mejorar, Pardo le explicó a EL HERALDO que la ciudad 'en términos generales tiene amplios márgenes de mejora porque tiene puntos más bajos con respecto a otras ciudades'. Los resultados negativos se observan en sostenibilidad ambiental, mercado laboral y en inclusión al sistema financiero.
El aspecto que concentra los más grandes desafíos es la sostenibilidad ambiental donde la ciudad registra su puntaje más bajo en todo el estudio, unos 3,6 sobre 10 puntos y se ubica en la lejana casilla 27 en una calificación de 32. 'En áreas protegidas la ciudad tendrá que mejorar más al igual que en controles de emisiones de CO2. En la variable gestión de riesgo le va mejor, pero no es suficiente'.
En cuanto al mercado laboral, Barranquilla se ubicó en la casilla 21 con una puntuación de 4,7 sobre 10, retrocediendo dos puntos frente al rebalanceo del 2019.
'En el mercado laboral resalta el tema de que haya mucho subempleo en la ciudad y también una gran brecha entre hombres y mujeres tanto en los indicadores de empleo vulnerable como en tasa de desempleo', destacó Clara Pardo.