El Banco de la República defendió este viernes la política de tratamiento de activos del país ante la coyuntura mediática generada en torno a la venta de $1,8 billones de las reservas de oro del Emisor justo un mes antes de que el mineral áureo alcanzara su precio máximo histórico producto de la incertidumbre económica de la Covid-19.
Concretamente, las ventas del 67% de las reservas internacionales de este mineral, se realizaron entre el 27 de mayo y el 26 de junio a un precio promedio de USD1.727 por onza.
Tras la venta, según el Emisor, la participación del oro en las reservas internacionales se redujo al 0,45%.
Motivos de la venta
Frente al caso de la venta, el Emisor señaló que la entidad 'no asume posiciones especulativas en torno a precios de activos particulares, sino que construye un portafolio diversificado que cumpla con unos criterios de manejo'.
El Banco explicó que el 'portafolio de reservas internacionales se determina considerando la relación entre el retorno esperado de los diferentes activos y su volatilidad', lo que implica que la política de administración de las reservas 'se basa en reglas y ajustes periódicos del portafolio'.
En ese sentido, la entidad precisó que cuando las tasas de interés que se obtienen son tan bajas, el portafolio tiene menos capacidad de absorber potenciales movimientos negativos en los precios de activos más volátiles.
'En este escenario resulta conveniente vender activos cuyo precio es muy volátil, como lo es el oro', precisó el Banco de la República.
Análisis
Florentino Rico, economista de la Universidad Simón Bolívar, calificó que la operación como un 'movimiento no riesgoso'.
'En mi criterio personal, la venta fue buena porque se hizo en un momento donde se está adquiriendo valor en un activo que es volátil ante las condiciones del mercado influebnciado con, por ejemplo, las tensiones comerciales', agregó.