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Desde la llegada de la pandemia a Colombia, agosto es el mes en que la Superintendencia de Sociedades ha recibido el mayor número de solicitudes de insolvencia por parte de empresas a nivel nacional con 169 procesos.

Así lo dio a conocer el superintendente de Sociedades, Juan Pablo Liévano, en un conversatorio realizado con AmCham Colombia, en el que indicó que las solicitudes de insolvencia empresarial entre abril y noviembre de 2020 ascendieron a 880.

Estas solicitudes representan 30.947 empleos, de los cuales 28.498 son empresas procesos de reorganización y 2.449, en liquidación. También corresponden a $9,3 billones en activos, $8,4 billones en pasivos para un total de $883 mil millones en patrimonio.

Sin embargo, el funcionario aclaró que tras comenzar el proceso de apertura económica, comenzó a registrarse una reducción de las solicitudes recibidas. Es así como en abril se presentaron 36 solicitudes; mayo 64; junio, 124; julio 135; agosto 169; septiembre, 143: octubre 118 y noviembre (hasta el 26) 91.

Del total de solicitudes, 690 fueron de procesos de reorganización y 190 de liquidación. Bogotá fue la ciudad con más solicitudes (432), seguido por Medellín (161), Bucaramanga (98), y Cali (96).

'En el 2018 y 2019 teníamos alrededor de 100 solicitudes de insolvencia mensuales y para el primer trimestre del 2020 estábamos mas o menos en 70 y eso era muy bueno ya que mostraba que íbamos muy bien en el tema económico', sostuvo el superintendente.

Las proyecciones de la Supersociedades sobre el impacto de la Covid-19 sobre la economía y sobre las empresas, determinó que entre el 17,8% y 37% estarían en riesgo de insolvencia, donde las micro y pequeñas empresas serían las más afectadas.

En cuanto a las acciones desarrolladas frente al impacto de la pandemia en las empresas, el superintendenrte dijio que 'dadas las proyecciones para 2020 resolvimos que era necesario hacer tres cosas. En primer lugar, un cambio legislativo en materia de insolvencia que atendiera los aspectos más relevantes de la crisis que eran las pequeñas y microempresas. Segundo, acelerar la virtualidad y el uso de las herramientas tecnológicas e inteligencia artificial para seguir trabajando. Y tercero, hicimos una pedagogía de crisis'.

Destacó que los seis pilares para la reactivación empresarial son: las aperturas económicas responsables, mantener el tejido empresarial con acuerdos entre acreedores y deudores, creación de instrumentos financieros para las empresas, creación de beneficios fiscales, modificación del régimen general de sociedades y incorporar la legislación de manera permanente de los decretos 560 y 722 de 2020.