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Hace más de 30 años el empresario Christian Daes no imaginaba que sus sueños más recónditos podrían materializarse. Mirando en retrospectiva, sostiene que la frase 'valió la pena' cobra sentido.

'¿Quién no sueña? Todos lo hacemos. Es una condición del ser humano. Uno siempre quiere llegar más allá, pero pensar que podíamos llegar tan lejos, pensar que podíamos hacer tanto…', relata Daes en diálogo con EL HERALDO en su oficina.

Este viernes la empresa barranquillera toca por segunda vez en su historia la campana de apertura del Nasdaq, la segunda bolsa de valores más importante de Estados Unidos. Un hito 'que no se dice fácil' y que impulsará a la empresa al centro de la economía mundial.

'Ya tocamos la campana una vez en 2014 y te puedo decir que es comparable como cuando te nace un hijo. Es una emoción extraña porque no es medible; es diferente. Llena el espíritu y llena el alma (...) Ese momento lo transmiten en todo el mundo. Están viendo a la empresa, su historia; a Barranquilla, a Colombia', señaló el empresario.

'Que nos inviten a tocar nuevamente la campana es algo que reconforta, que une y nos invita a mirar hacia atrás y decir que todo valió la pena, porque no todo se puede medir en dinero (...) Estos momentos ayudan a no cansar el espíritu, sobre todo cuando no se trabaja por dinero. Aquí se trabaja porque nos encanta lo que hacemos: nos encanta la ventana y que nos reconozcan como el mejor producto y que lo hagan en el mercado más difícil', señaló Daes.