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Son diversas las salidas que se plantean frente a la situación de Monómeros, empresa del sector agroindustrial filial de Pequiven, que actualmente se encuentra bajo control de la Superintendencia de Sociedades de Colombia.

La compañía que produce una buena parte de los fertilizantes que requiere el agro de Colombia se encuentra en el ‘ojo del huracán’ tras el anuncio del Gobierno de Nicolás Maduro de que buscará recuperar su manejo que está en manos de la oposición que lidera el presidente interino Juan Guaidó. A esto se sumó la toma de control de la Supersociedades.

De acuerdo con la Asamblea Nacional de Venezuela, a raíz de esta situación se han dificultado las relaciones comerciales con los proveedores de la compañía lo que pone en riesgo su suministro de materia prima y ha profundizado sus problemas de flujo de caja.

Monómeros tiene una participación en el mercado mayor al 37% y cuenta con una capacidad instalada que le permitiría proveer el 52% de la demanda de Colombia.

La Asamblea Nacional aseguró que hay intereses de grupos económicos que buscan apoderarse de la empresa mediante un plan de debilitamiento.

El año pasado la empresa tuvo ingresos por $1 billón y su utilidad fue de $32 mil millones.

Opiniones enfrentadas

La medida de la Supersociedades generó diversas reacciones que evidenciaron los problemas de carácter político que hay detrás del manejo de esta compañía.

Maduro no dudó en afirmar que el Gobierno del presidente Iván Duque buscaba torpedear el proceso de diálogo con la oposición al ordenar el 'allanamiento y asalto' de la empresa para 'crear una provocación'.

A su vez, la empresa publicó un comunicado en el que dijo que recurriría a los recursos de ley para que la Superintendencia revocara la medida, la cual, en su opinión, estaba fundamentada en información desactualizada.