'Todo está caro, ni el guineo verde se puede comprar…', así describe Ricardo Smalbach el actual panorama de la canasta familiar y al hacer referencia a esta fruta que resuelve cualquier comida de las clases más pobres del Atlántico y otros departamentos de la región Caribe.
Smalbach es vendedor informal, según él desde hace 30 años, y acude diariamente a Granabastos para comprar, por kilo y por unidad, frutas y tubérculos que luego lleva a vender en su carretilla por barrios cercanos a la central de abastos del municipio de Soledad.
'Todo ha subido, yo venía antes acá y un guineo verde lo compraba entre los 100 y 150 pesos, pero ahora está entre 300 y los 350 pesos por unidad. Cuando salgo a caminar, tengo que venderlos por 400 y 500 pesos, para ganarme entre 100 y 150 por guineo. La gente ya no quiere comprar porque dicen que están caros', expresa Smalbach.
Pero el guineo verde no es el único que ha incrementado su valor en las últimas semanas. Casi todos los productos de la canasta familiar, entre perecederos y no perecederos, han tenido una tendencia al alza que los hace casi que inalcanzables para comerciantes y, más allá, para los hogares locales.