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Revlon, el gigante de la industria cosmética, se declaró este jueves en bancarrota. 

Incluyendo a algunas de sus filiales, la empresa registró ante el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York la petición para acogerse a la protección del Capítulo 11 de la Ley de bancarrota de Estados Unidos. 

Las razones serían los 'problemas de liquidez' debido a los impactos globales producidos por la alta inflación, las persistentes trabas en la cadena mundial de suministros y las obligaciones con sus acreedores.